Una poética reflexión desde la danza en torno a las formas de habitar: la Obra de Frédéric Flamand

La composición, tanto en la Danza como en la Arquitectura, es una herramienta con la que los creadores pueden jugar con el ritmo, con las formas, con la tensión y con el equilibrio para generar diferentes sensaciones y efectos visuales que hacen del espacio, más que una superficie mesurable, una obra de arte, que en muchos casos lo que busca es superar los límites convencionales y la fuerza de gravedad, de manera ilusoria o metafórica. En la actualidad son diversos los creadores que plantean una reflexión en torno a la Danza y la Arquitectura, siendo uno de los más connotados el bailarín y coreógrafo de origen belga Frédéric Flamand.

Las obras de Frédéric Flamand -quien se desempeña como profesor de arte y diseño en la escuela de Arquitectura de Venecia- están hechas desde una perspectiva arquitectónica, incluso muchas de ellas las ha realizado en colaboración con personajes tan importantes como: Zaha Hadid, Jean Nouvel, Ricardo Scofidio, Thom Mayne, o Dominique Perrault. Trabaja mucho con arquitectos porque esta relación le permite reflexionar sobre la vida en las ciudades, la relación que tiene el hombre con los espacios urbanos y el espacio público, además de interrogarse sobre el cuerpo a través de la danza.



Frédéric Flamand construye ciudades de danza. Entre sus obras más importantes están: Metápolis I y Metápolis II, Sillent Collisions y La cité radieuse, una tetralogía derivada de la preocupación por convertir los espacios urbanos en coreografías y de la reflexión en torno a las formas de habitar las grandes ciudades y la arquitectura.

“Metápolis”, es un proyecto que realizó en el año 2000 en colaboración con la arquitecta de origen iraquí, Zaha Hadid, quien diseñó la escenografía y el vestuario. La colaboración de Hadid fue una estructura desmontable de estética minimalista que a manera de metáfora representaba una ciudad futurista. Movida por los bailarines, la estructura se desplegaba o recogía en el espacio delimitando y codirigiendo el tráfico y movimiento de la urbe. Una serie de vídeos, proyectados por el método de green screen (usado en la creación de efectos especiales de cine) o en el modo de real-time, rompían los límites del escenario y procuraban un viaje alucinante a una ciudad sugerida e imposible.

En el 2006, Flamand llevó a cabo “Metápolis II”, que incluyó más bailarines-habitantes, e hizo mayor énfasis en la noción de ciudades en transformación y constante movimiento. La constante proyección del derrumbamiento de grandes edificios ofrece en esta obra una visión apocalíptica de la modernidad.

“Metápolis” Escenografía de Zaha Hadid:


“Sillent Collisions”, estrenada en el marco de la Bienal de Danza de Venecia en 2003, con escenografía del arquitecto californiano Thom Mayne, da continuidad a las ideas plasmadas en Metápolis. Inspirada en el libro Ciudades Invisibles, del escritor italiano Italo Calvino, la coreografía constituye una propuesta alrededor de la manera en que el entorno y los seres humanos crean una red de tensiones y dinámicas, donde los espacios pueden ser públicos o privados, opresores o confortables, agresivos o agradables.

“Sillent Collisions” Escenografía de Thom Mayne.


Con la “La cité radieuse” Flamand conforma la tercera parte de su tetralogía urbana, en este caso, el espectáculo fue inspirado en las teorías que a principios del siglo pasado desarrollara el arquitecto franco-suizo Le Corbusier. Para este proyecto colaboró con el arquitecto de origen francés Dominique Perrault, creador del Teatro Nacional de China. “La cité radieuse” es una reflexión sobre el concepto de ciudad moderna y su brutal transformación ante la globalización y la proliferación de lo que el antropólogo Mar Augé denomina como los no-lugares (aeropuertos, estaciones de tren y autobuses, centros comerciales, etc.) o espacios de paso, en los que la gente transita sin poder establecer una relación de afecto o de identidad con el espacio. Esta obra es una reflexión en torno a la ciudad globalizada, que es igual a muchas otras en el planeta.

“La cité radieuse” Escenografía de Dominique Perrault



La obra de Flamand, hace evidente que la arquitectura no es solamente construir edificios, que esta disciplina va mucho más allá, que se relaciona con el tiempo, el espacio y con la vida. La arquitectura de Flamand, propone una poética reflexión en torno a las formas de habitar el mundo.

Frédéric Flamand.
Frédéric Flamand, bailarín y coreógrafo, nació en la ciudad Bruselas, Bélgica en el año de 1946.

Frédéric Flamand fundó en 1973 el grupo Plan K, con el que cuestiona la representación del cuerpo humano integrando al espectáculo las artes plásticas y el audiovisual, creando numerosas obras.

Ha sido director del Ballet Real de Valonia, del Primer Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Bienal de Venecia y desde el año 2004 es el director del Ballet Nacional de Marsella.

Como director de escena y coreógrafo, Flamand ha abordado en múltiples ocasiones el tema de la Arquitectura y la Ciudad. En diversas ocasiones ha trabajado con arquitectos como: Fabrizio Plessi, Elizabeth Diller y Ricardo Scofidio, Zaha Hadid, Jean Nouvel, Thom Mayne y Dominique Perrault, quienes han llevado a cabo las escenografías de sus obras.

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