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Negozio Olivetti, de Carlo Scarpa: el primer showroom de la historia

¿Pensabas que Apple inventó los showrooms, diseñados por grandes arquitectos? No: Carlo Scarpa lo hizo con Olivetti, marca de máquinas de escribir y luego computadoras. Conoce más sobre esta famosa tienda ubicada en una zona envidiable: la plaza de San Marcos de Venecia.
Negozio Olivetti, de Carlo Scarpa: el primer showroom de la historia
Diseñado entre 1957-58, y completada en 1959, el Negozio Olivetti es una sala de exposición que albergaba las modernas máquinas de escribir y calculadoras Olivetti, realizadas en la ciudad italiana de Ivrea y que toma el nombre de su fundador: Adriano Olivetti, ingeniero, político e industrial italiano.

Este emprendedor le pidió al veneciano Carlo Scarpa, uno de los arquitectos más importantes del siglo XX, que diseñara el Negozio Olivetti como un espléndido escaparate para las célebres máquinas de escribir y calculadoras producidas por Olivetti.



Poco después de su lanzamiento, se transformó en un espacio expositivo para pequeñas y prestigiosas exposiciones de arte.
En 1997 Olivetti cerró su prestigiosa tienda insignia. Al año siguiente se inauguró aquí una tienda de souvenirs, una actividad que no se ajustaba a la arquitectura del lugar.


El sello distintivo de Carlo Scarpa es la atención meticulosa a los detalles y a los materiales utilizados combinados con una calidad espacial excepcional para formar un conjunto perfecto sin igual.



A principios de 2011, tras la cuidadosa restauración encargada por los propietarios, Assicurazioni Generali, la sala de exposición fue confiada a FAI, el National Trust for Italy, que finalmente volvió a abrirla al público.

2011 finalmente vio la llegada del momento en que una de las obras maestras del arquitecto veneciano fue restaurada para beneficio tanto de la ciudad como de la comunidad internacional en general.



La tienda, de apenas 21 metros de profundidad, 5 de ancho y 4 de alto, y que originalmente era un espacio lúgubre y abarrotado, estaba dividido en dos secciones por una pared, con dos pequeñas escaleras que conducen a un piso superior y un tapanco.

Al ingresar a la tienda a través de lo que parece una puerta, el visitante es recibido por una serie de plataformas de concreto perfectamente formadas que dan forma a la escalera central.



Los planos de concreto se integran en transiciones a medida que asciende a las plataformas

Scarpa reorganizó por completo el espacio, eliminando la pared divisoria, insertando dos balcones largos a los lados y una escalera en el centro de la nueva habitación, convirtiéndola en el punto focal de la tienda.



Scarpa colocó una estatua de Alberto Viani llamada “Nudo al sole”, sobre un basamento de mármol belga negro cubierto por un velo de agua en sutil movimiento.

La escalera, compuesta por escalones tallados como bandejas superpuestas de piedra, crea un efecto de transparencia.



Además, Scarpa incrementó el número de ventanas y creó el piso con un mosaico de teselas de vidrio de forma irregular, cuyos distintos colores denotan las diferentes áreas del showroom: el área de entrada es roja, la sección central es blanca / gris, el lateral de la entrada azul y la parte trasera amarilla.

Aunque la cantidad de materiales utilizados es limitada, todos fueron cuidadosamente seleccionados: losas de mármol Aurisina para la columna preexistente y el piso del altillo; palo de rosa para los estantes en los que descansan las máquinas Olivetti, anclados al suelo solo en la parte delantera y apoyados en postes de acero inoxidable; y teca africana para los balcones.



Las paredes están hechas de yeso veneciano sobre paneles, intercalados con luces fluorescentes verticales protegidas por láminas de vidrio esmerilado.
Iluminación adicional proporcionada por lámparas de ébano deslizante en cables de acero; ventanas de vidrio biselado montadas en la fachada y con tornillos visibles y carcasas de metal con esquinas recortadas que suavizan los ángulos rectos de los marcos.



En el piso superior, las ventanas que miran hacia la plaza son protegidas por rejillas corredizas ovales de teca y palo de rosa, mientras que las repisas de las máquinas de escribir están hechas de palisandro o metal y vidrio.

Las dos habitaciones al costado, una de las cuales todavía está habilitada para su uso como oficina, tienen paredes de yeso o paredes con un acabado de estuco veneciano.




El showroom de Olivetti es un bello ejemplo del tratamiento de Scarpa y la integración del lenguaje arquitectónico existente con una nueva forma actual y su comprensión de los materiales y sus límites es un activo invaluable.

Su atención al detalle muestra el trabajo de un hombre con una visión clara, libre de tendencias. Por eso esta tienda es un verdadero clásico.



Imágenes cortesía de Orch_chemollo





Imágenes cortesía de Flickr: seier+seier

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