Centro para los humedales más visitados del mundo
En la Bahía de Suncheon, Corea del Sur existe un extenso terreno de 33,000 metros cuadrados de humedales; ahí se levanta el Suncheon International Wetlands Center.
Desde la antigüedad, la belleza de la naturaleza ha sido para los seres humanos una interminable fuente de inspiración artística. A lo largo de la historia, la Arquitectura ha pretendido integrarse en la naturaleza, de hecho, las edificaciones primitivas eran una imitación de la misma.
A pesar de que la realidad de la arquitectura contemporánea se basa cada vez más en el predominio de lo artificial, desde hace varios años se han llevado a cabo algunas edificaciones conciliadas con la naturaleza, que retoman las características del lugar y el entorno donde se ubican.
Recientemente en la bahía Suncheon, conformada por amplios pantanos mareales que forman uno de los ecosistemas costeros más diversos y hermosos que existen en el mundo, el despacho G. Lab, de los arquitectos de Gansam y Asociados de Seúl, ha diseñado un centro de convenciones, denominado
Suncheon International Wetlands Center, en el que la gente puede disfrutar de la belleza de los humedales
Suncheon es uno de los humedales más grandes del mundo, que en 2008 atrajo a aproximadamente 2,8 millones de visitantes.
La premisa de diseño que dio forma a este conjunto fue que los visitantes pudieran recorrer de extremo a extremo el centro, disfrutando siempre de la Bahía de Suncheon, lo que arquitectónicamente se tradujo en una serie de andadores o senderos, en algunos casos recubiertos de madera y en otros con césped.
La disposición y volumetría de los edificios y los corredores que se mueven de arriba abajo simulan las huellas que deja la corriente del agua de los humedales sobre la tierra.
El movimiento ondulante de los andadores, que en ocasiones funcionan como cubierta de algunos de los edificios, permite a los visitantes experimentar el cambio topográfico del terreno, que poco a poco desciende del bosque hacia las lagunas y pantanos.
Los caminos serpenteantes conducen a los diversos locales que integran el conjunto; si bien todos guardan relación formal entre ellos, cada uno en lo individual cumple una función diferente.
Los edificios y las circulaciones exteriores fueron diseñados para afectar mínimamente el orden natural del lugar. El emplazamiento de los diferentes locales, que se intercalan entre los senderos y algunos huecos donde corre el agua proveniente de los humedales, enfatiza tanto el paisaje montañoso como el paisaje lacustre, creando así continuidad visual entre las superficies construidas, el agua y la vegetación.
Las fachadas de los edificios están construidas de cristal verde montado sobre estructuras verticales de aluminio, que en algunos casos están ornamentadas con listones de madera colocadas horizontalmente, al mismo tiempo que remiten a los carrizales, típicos de esta región de Asia, acentúan las superficies ondulantes de las fachadas, además de que al interior permiten un interesante juego de claro oscuros.
En general, el diseño del Centro de convenciones pretende conectar a los visitantes con la naturaleza y enseñarles lo que representan los ecosistemas de los humedales, además de fomentar la preservación de los mismos.
Es un ecosistema intermedio entre el medio acuático y el terrestre, con porciones húmedas, semihúmedas y secas, caracterizado por la presencia de flora y fauna muy singular.
El edificio fue diseñado para afectar lo menos posible este ecosistema, y trata de camuflarse mediante un techo verde que repite el lenguaje de las montañas.
El carácter distintivo de los humedales está en la escasa profundidad del nivel del agua, con la consecuente alteración del régimen del suelo. La vegetación específicamente adaptada a estas condiciones se denomina hidrófita, y reemplaza a las especies terrestres comunes. Las peculiaridades del entorno hacen que la fauna que ahí vive sea endémica: grandes familias de aves y reptiles están únicamente adaptadas a entornos de este tipo.
Los humedales son filtros naturales, que a partir de sus singulares plantas depuran el agua. Antiguamente los humedales eran drenados por ser considerados una simple inundación de los terrenos, pero hoy en día se sabe que los humedales representan un gran ecosistema y se les valora más.
El Convenio Internacional de Ramasar, realizado en 1971 en la ciudad iraní al que debe su nombre, fue convocado por la alarmante desaparición de miles de hectáreas de humedales en todo el mundo, y el consecuente peligro de extinción de las especies que los habitan.
El Convenio define a los humedales como -extensiones de marinas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salubres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina, cuya profundidad en marea baja no exceda los 6 metros.
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