Arquitectura china contemporánea: “Dove of Peace” una iglesia china que lleva al extremo el lenguaje de Le Corbusier
La Bonanza económica de la que goza China en esta primera década del siglo XXI ha permitido que en aquellas tierras se lleven a cabo innovadores proyectos urbanos y arquitectónicos de las más variadas formas.
Consolidados como el gigante comercial del nuevo milenio, los responsables de la política y de la economía china saben bien que una de las mejores estrategias que tienen en la actualidad para mostrar su mejor faceta a la comunidad internacional es la arquitectura. De esta forma el territorio chino es hoy el escenario donde arquitectos de todo el orbe tienen la posibilidad de poner en marcha las ideas más innovadoras o incluso indagar en estilos precedentes.
Prácticamente todas las firmas de arquitectura más importantes del mundo han hecho alguna aportación a la configuración del nuevo panorama arquitectónico chino, dejando ver su máximo potencial creativo con proyectos que abordan todas las tipologías arquitectónicas.
El nuevo andamiaje urbano de aquel país es el mejor reflejo de las tendencias arquitectónicas del siglo XXI, sin embargo, la arquitectura desarrollada por arquitectos extranjeros en colaboración con los arquitectos locales, es quizá una de las aportaciones más interesantes a la arquitectura del nuevo milenio.
El trabajo de los arquitectos extranjeros sin duda ha producido un cambio en la visión estética de los creadores chinos cuyas obras en muchos casos juegan entre lo contemporáneo y lo tradicional –como en el caso del arquitecto Wang Shu, Premio Pritzker 2012- y en otros indagan o incluso retoman arquitecturas de gran relevancia dentro de la historia de la arquitectura moderna de occidente, dando como resultado propuestas muy originales y lenguajes renovados, un ejemplo que va en este sentido es el proyecto denominado como “Dove of peace”, una iglesia protestante ubicada en el distrito de Dong Sheng, perteneciente a la ciudad de Ordos,
Mongolia.
La arquitectura de esta iglesia, diseñada por el despacho
WEAVA Architects –despacho de origen francés pero que desde 2010 tiene como sede la ciudad de Beijing- remite a una de las obras más representativas de la arquitectura religiosa de comienzos del siglo XX: La capilla de Notre Dame du Haut en Ronchamp, Francia, diseñada por el arquitecto franco-suizo Le Corbusier.
Aunque la escala de los proyectos es muy diferente, pues la iglesia “Dove of peace” es de dimensiones mucho mayores que la capilla de Notre Dame du Haut de Le Corbusier, es importante señalar que tanto la solución de las plantas, los volúmenes, materiales e incluso el juego de la luz al interior son muy similares.
Las semejanzas entre ambos proyectos son muchas y muy evidentes, sin embargo no puede considerarse a ésta una copia de la otra, de entrada porque los creadores del proyecto en ningún momento mencionan haber tomado como modelo la obra de Le Corbusier, simplemente la solución propuesta en este caso hace uso del lenguaje de del arquitecto franco-suizo desde una óptica renovada que, con las facilidades que permiten las nuevas herramientas digitales y constructivas, enfatizan e incluso llevan al extremo.
Planeada como un espacio abierto dentro de la ciudad, el proyecto para esta iglesia fue inspirado en la topografía del lugar y su esquema compositivo es una metáfora de la silueta de una paloma en vuelo que carga una rama de olivo en el pico, uno de los más representativos símbolos eclesiásticos.
La paloma como alegoría de la paz, no sólo está representada en la silueta del edificio, también la solución de las plantas y la distribución de los espacios interiores derivan de esta idea que arquitectónicamente fue resuelta mediante una serie de muros curvos que abrazan a los feligreses para los que fue creada esta iglesia. De esta manera, los trazos que determinan tanto la volumetría y que organizan el programa arquitectónico son curvilíneos y ondulantes, lo permite una solución circular que comienza en el límite superior de la carretera y termina en la entrada principal del templo, ubicada en un nivel más bajo.
La cubierta de la nave principal se curva poco a poco hasta rematar con una cruz ubicada en la parte más alta del templo, solución que a la vez que genera tensión en la composición, aligera la volumetría que mediante un movimiento suave poco a poco se eleva hasta el infinito.
El interior del edificio se concibió como una secuencia de espacios individuales que desembocan en dos ejes, el corredor principal que funciona como un conector entre los dos volúmenes principales y el exterior del espacio que es ocupado por el parque.
El programa arquitectónico se distribuye en los dos volúmenes principales, el "cuerpo" de la paloma, ubicado al norte y que contiene las funciones privadas de la Iglesia y el "ala", ubicada al sur y que contiene las funciones públicas. La entrada principal de la iglesia está escondida entre dos volúmenes, el "cuerpo" y el "ala" en el sur, que marcan el camino o “peregrinaje” de los feligreses hasta el interior del edificio.
Al llegar a la entrada hay un gran ventanal que remata con el atrio interior ubicado frente a la nave principal. A un lado de este espacio hay un gran conjunto abierto y una escalera coronados ambos por una gran claraboya en el techo, que de manera alegórica alude al corazón de la paloma. Este espacio entre el "cuerpo" y el "ala" se convierten en un corredor que sirve como un enlace entre los diferentes elementos, exceptuando el último piso.
En total el programa se resolvió en 5 niveles con un área adicional de sótano ubicado en el "cuerpo". En el sótano hay dos habitaciones para la escuela dominical. En el primer piso, además de la entrada, se encuentran: las salas de alojamiento, la biblioteca, la sala de prensa y las salas de ensayo para el coro. Más habitaciones y salas de reuniones están ubicadas en el segundo y tercer piso, en el que también hay una sala de formación y un control de habitaciones. En los pisos cuarto y quinto se encuentran las oficinas.
Para la iluminación del interior, sus creadores decidieron aprovechar al máximo la luz natural, que ingresa de manera difusa mediante una serie de pequeñas ventanas de diferentes dimensiones. El diálogo entre el exterior y el interior del espacio se destaca por el juego de claroscuros, que crea a la vez complejidad y profundidad en el espacio. La manera en que fue resuelta la luz y las formas ondulantes de la estructura, son elementos que reflejan la armonía y tranquilidad condiciones ideales para un lugar de reflexión y celebración.
La arquitectura de “Dove of peace” una vez más hace evidente que el lenguaje de los arquitectos modernos, lejos de su lugar de origen y una vez desligado de los cartabones racionalistas y explorado desde la óptica de la estética, es un terreno fértil y susceptible de ser renovado.
Arquitectos: Arquitectos weava
Ubicación: Dong Sheng Distrito, la ciudad de Ordos, Inner Mongolia,
China
Diseño Director: Jean-Hubert Chow
Equipo de diseño: Edward Kwitek, Jamie Yengel (fase de diseño esquemático), Cristian Muñoz Herraiz, Gaspar González Melero (Fase de Diseño para el Desarrollo), Bao Leila, Greg Li
Cliente: Asociación de los protestantes de Ordos, en el municipio de Ordos
Tamaño del proyecto: 8.500 m2
Año del proyecto: 2012
WEAVA Architects
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