Una buena arquitectura actual no tiene por qué ser cara
En una urbanización rodeada de campo al suroeste de Praga, en la República Checa, se encuentra la Casa Camaleón (Dum Chameleon), obra del arquitecto (architekti) Petr Hájek.
La edificación se ubica en el centro de la parcela, rodeada de jardín y árboles. La casa tiene un gran cuerpo central en el que se encuentran la cocina y el comedor, desde dónde salen a modo de brazos un estar, los dormitorios y el acceso. Cada brazo termina en un gran ventanal enfocado hacia el jardín, de forma y manera que desde cada ventana no se ve otra parte de la vivienda.
Según el arquitecto Petr Hájek, la casa se asemeja a un camaleón ya que desde cada estancia se tiene una visión distinta e independiente del entorno, como si fueran los ojos de un camaleón.
La construcción es muy sencilla, formada por una estructura de muros de carga de bloques de hormigón, acabados al exterior por un proyectado de poliuretano especial al que se le ha aplicado una pintura con un ligero brillo que refleja las luces exteriores. Los interiores contienen madera lisa de haya en suelos, muebles y carpinterías. En las paredes se combinan paneles de madera con enfoscados de cemento como si fuera hormigón aparente.
En las fotografías de su construcción, parece como si la estuvieran construyendo en un lugar distinto, generando la impresión de ser una construcción temporal.
La Casa Camaleón no es ostentosa, ni tiene materiales caros. Además, en la fotografía aérea tomada durante la construcción, se puede apreciar que la vivienda no se encuentra precisamente en una urbanización de lujo, lo que resalta su enfoque práctico y accesible.
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Petr Hajek Architekti
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