Proyecto de Santiago Calatrava que se convirtió en ícono
El Auditorio Adán Martín de Santiago Calatrava en Santa Cruz de Tenerife se ha convertido en el símbolo de la capital y en punto de encuentro de turistas y chicharreros.
Recientemente, el Auditorio Adán Martín ha estado en el centro de atención debido a importantes avances en su restauración. El Cabildo de
Tenerife ha logrado resolver un conflicto relacionado con el
auditorio, permitiendo que Calatrava trabaje en el proyecto de restauración, que se espera esté finalizado en noviembre de 2024. La restauración tiene un presupuesto inicial de 18,1 millones de euros, con una reserva adicional de 5 millones de euros para imprevistos, y se ha establecido un enfoque que permitirá mantener la programación cultural del auditorio durante las obras, similar a lo realizado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Este conflicto se originó tras la construcción del auditorio debido a problemas con el revestimiento característico de trencadís, que presentó fallas por mala adherencia y condiciones estructurales inadecuadas. En 2018, se ordenaron reparaciones, pero las negociaciones se estancaron hasta que se reactivaron recientemente con el nuevo gobierno.
Inaugurado el 26 de septiembre de 2003, el Auditorio fue el resultado de seis años de obras y de un largo proceso de 20 años desde su concepción hasta su apertura al público. Con una inversión de 72,3 millones de euros, este edificio de hormigón con un arco suspendido de 60 metros se erige frente al Atlántico. Concebido como una obra de arte en sí mismo, es lo primero que se ve al llegar a la ciudad tanto en barco como por carretera desde el sur.
Santiago Calatrava, conocido por su estilo polémico, afirmó que el Auditorio se caracteriza por una multiplicidad de sugerencias: cada persona puede ver en él lo que desea. Un ojo, una media luna, una ola; estas son algunas de las interpretaciones de los vecinos de Santa Cruz sobre este multifacético emblema de la ciudad.
En 2008, Correos inmortalizó el Auditorio en uno de los seis sellos que mostraban las obras más emblemáticas de la arquitectura española. Tres años después, en 2011, también se usó su imagen en una serie de monedas de cinco euros que representaban íconos de distintas ciudades de
España.
Más allá del edificio en sí, el Auditorio está rodeado de un entorno diseñado para el disfrute, donde los visitantes pueden relajarse en una terraza con vistas al Atlántico. Los chicharreros suelen reunirse en sus alrededores al atardecer, creando un ambiente vibrante y lleno de vida. Carolina Torres, residente de Santa Cruz, comenta que "por la noche este espacio se llena de parejas y gente patinando". Para Francisco Padilla, vecino del barrio de Somosierra, "era necesario, porque no había en la Isla nada para grandes eventos culturales". Sin embargo, no todos están encantados con la obra; Leticia Rodríguez admite que "si lo miras por detrás, es feo", mientras que Neivar Palacios, una turista sevillana, se muestra impresionada por la magnitud del edificio, afirmando que "es realmente impresionante, mucho más de lo que se percibe en fotos".
El sobrecoste de la construcción, que terminó triplicando el presupuesto original, es otro de los temas controvertidos del proyecto. "El objetivo era poner a la ciudad en el mapa de los íconos de la cultura contemporánea, y eso sin duda se consiguió, pero también hay que valorar a qué precio", señala Federico García, quien destaca que el sobrecoste es un problema común en las infraestructuras públicas. La infraestructura, rebautizada como Auditorio Adán Martín en honor al expresidente del Gobierno de Canarias, también presenta problemas como la falta de cumplimiento con la normativa contra incendios y la dificultad de acceso para personas con movilidad reducida.
Federico García opina que la arquitectura icónica, como la de Calatrava, pertenece a un momento histórico específico, cuando muchas ciudades españolas competían por construir grandes edificios culturales. Según él, "hoy habríamos planteado las cosas de otra manera", y se debería apostar más por modelos culturales democráticos y descentralizados. A pesar de sus defectos y críticas, el Auditorio Adán Martín ha logrado consolidarse como un emblema de la ciudad y un punto de encuentro tanto para residentes como para turistas. Es difícil imaginar el skyline de Santa Cruz sin este monumento a la cultura frente al mar.
El edificio se ha convertido además en un referente turístico de la ciudad y son muchos los visitantes que se acercan a contemplar esta obra arquitectónica. "Es realmente impresionante. No lo habíamos visto nunca y nos ha sorprendido que exista este edificio en Tenerife", comenta Neivar Palacios, un sevillana de visita en la Isla. Modesto Fraguella y Rosa López, un matrimonio asturiano, comentaron que ya sabían que Santa Cruz albergaba este monumento cultural. "En la agencia nos enseñaron fotos y también los habíamos visto por la televisión pero de cerca es mucho más impresionante", apuntó él.
Sin embargo, como toda obra de Calatrava no ha estado exento de polémica. Una de ellas fue el sobrecoste del proyecto. En un principio la obra fue presupuestada en 24 millones de euros, pero finalmente acabó costando más de 72. "El objetivo era poner a la ciudad en el mapa de los iconos de la cultura contemporánea y eso sin duda se consiguió, pero también hay que valorar a qué precio", afirma García.
Este arquitecto denuncia que el sobrecoste es algo "muy habitual" en la arquitectura, sobre todo en las infraestructuras públicas. "Por la manera que tenemos de hacer estas construcciones, ya que normalmente se adjudica a quien lo haga más barato y, claro, una vez conseguido el proyecto se pide el presupuesto real", denuncia.
La infraestructura, rebautizada como Auditorio Adán Martín en honor al expresidente del Gobierno de Canarias, también tiene otros problemas. "El edificio no cumple con la normativa contra incendios y no es demasiado amable con quienes tienen dificultades de movimiento", señala García.
Porque este edificio es también una obra de arte en sí mismo, heredero de una tendencia por la que muchas ciudades españolas se desvivían por construir grandes edificios culturales. Eran otros tiempos, la economía iba viento en popa, empezaba el auge del ladrillo y las instituciones públicas se embarcaban en obras faraónicas. "El Auditorio representa a una época de construcción desmedida, que hoy está muy denostada.
Hoy en día se hubieran planteado las cosas de otra manera, afirma el expresidente del Colegio de Arquitectos de la provincia tinerfeña.
Federico García manifiesta que no comparte la idea de la arquitectura icónica. "Deberíamos ir por otros caminos, fijarnos más en los países nórdicos, por ejemplo, que no tienen este tipo de arquitectura tan monumental, pero donde hay más democracia cultural. Yo hubiera hecho 20 piezas más pequeñas que difundieran la cultura por la Isla, pero, claro, no hubiera atraído tanto turismo".
Este profesional considera que la arquitectura es una de las cosas que queda sobre el terreno de un momento histórico concreto. "Que la huella de este edificio sea buena o mala solo el tiempo lo dirá". Sin embargo, su opinión personal es que el Auditorio no está evolucionando igual de bien que otras infraestructuras de Santa Cruz. "El TEA, por ejemplo, sí que creo que ha conseguido dinamizar su emplazamiento y es utilizado por muchas más personas". Para él hay edificios que son como el vino y a otros en cambio acaban viéndole cada vez más defectos.
Otro de los objetivos de materializar esta estructura era dinamizar la nueva Santa Cruz, una zona de la ciudad con edificios más modernos que se convertiría el centro económico, político y cultural de la capital. Para muchos esta es demasiada responsabilidad para un edificio que no se ha logrado integrar del todo en la ciudad.
Este obra arquitectónica, a pesar de las polémicas, es un gran equipamiento para la Isla, que atrae a turistas y se ha convertido al mismo tiempo es un punto de encuentro para los residentes de la capital. Ahora mismo para muchos chicharreros y visitantes sería muy difícil imaginar el skyline de la ciudad sin este monumento a la cultura frente al mar.
Dirección: Av de la Constitucion, 1, 38003 Santa Cruz de Tenerife, España
Inauguración: 26 de septiembre de 2003
Estilo arquitectónico: Expresionismo
Función: Auditorio
Provincia: Provincia de Santa Cruz de Tenerife
Arquitecto: Santiago Calatrava
Santiago Calatrava
Libro: Santiago Calatrava. Conversaciones con estudiantes.
Santiago Calatrava, es sin duda uno de los personajes más influyentes de la arquitectura contemporánea. A este controversial arquitecto español lo han catalogado como el Gran constructor de monumentos de la época contemporánea y como el renacentista del mundo actual, ya que en su obra persigue de manera incansable la unión entre arte y ciencia.
Este libro, muestra cuáles son los principios básicos que orientan su trabajo y el mismo Santiago Calatrava explica su proceso de trabajo; ya que el libro documenta una serie de conferencias que dictó en el Massachussets Institute of Technology, en las que habla de manera puntual sobre temas que considera fundamentales para la arquitectura: “Materiales y procesos constructivos”, “Fuerza y forma de la arquitectura” y “Movimiento y forma en la arquitectura”.
Sin duda, esta obra resultará de gran interés para los amantes de la arquitectura y admiradores del afamado arquitecto español, ya que expone sus secretos, la naturaleza de sus obras y de todo aquello que ha aprendido a lo largo de su vida y que ha tenido influencia sobre su trabajo.
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