Mi propuesta del aeropuerto de CDMX era más económica y sustentable que la de Norman Foster. Francisco González Pulido
Una de las razones que más se comentan al hablar de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) es que resultaba un proyecto muy caro, ostentoso para la realidad del país.
Para usar una palabra de moda, la nueva terminal sería un
aeropuerto “fifí”.
¿El destino habría sido distinto si la estructura hubiera sido menos arriesgada, más económica, por así decirlo? Nunca lo sabremos.
En su momento, cuando se dio a conocer al ganador del proyecto internacional, a la postre Norman Foster y Fernando Romero, algunas personas alzaron la voz para expresar su desacuerdo o su sorpresa, como el arquitecto Francisco González Pulido, egresado del Tec de Monterrey, y CEO de uno de los despachos más importantes de Estados Unidos, Helmut Jahn.
Como pocos arquitectos mexicano, González Pulido cuenta con experiencia en el diseño de aeropuertos, pues en el despacho donde trabaja crearon el Aeropuerto de Bangkok, construido en 2009, con capacidad para 60 millones de pasajeros, y la ampliación del O’Hare de Chicago.
Según sus palabras, el
NAICM propuesto por su despacho costaba 30% menos que la propuesta ganadora.
Asociado con las firmas Loguer (Francisco López Guerra) y
ADG (Alonso de Garay), la propuesta se inclinaba más por la eficiencia energética, “combinando sensibilidad cultural con los impresionantes sistemas de energía neta cero y carbono nulo cero”.
Los paraguas triangulares, según la propuesta, eran textiles para mitigar el peso contra el mal terreno de Texcoco.
En su opinión, el gran domo del proyecto de Foster-Romero sería “un horno y enfriarlo va a tener un costo energético grandísimo”.
El edificio terminal de esta propuesta era un gran triángulo de estructuras ligeras, seguido por las posiciones para los aviones y luego otra estructura con más capacidad para la llegada de los vuelos.
A pesar de no haber ganado, González Pulido la experiencia fue enriquecedora:
“Como arquitecto y como mexicano, me siento honrado de haber sido parte de este proceso histórico. Esta fue una oportunidad para mí personalmente para crear algo inspirado por mi herencia. más que una máquina eficiente y funcional para el transporte, imaginé un aeropuerto como un manifiesto tecnológico, social y cultural; arraigada profundamente en la historia del sitio pero también respetuosa con la vida del valle de
México.
“Quería que México estuviera a la vanguardia de la innovación, comparable a nuestros otros proyectos, como el aeropuerto de Bangkok. Nuestro equipo fue sobresaliente. Nuestro diseño se adelantó a su tiempo. Para mí sigue siendo el mejor ".
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Nota Relacionada:
Propuesta de aeropuerto de la Ciudad de México de LOGUER, JAHN y ADG
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