Casa de muros de piedra en la playa
En las hermosas playas de Paracas, Perú, el viento es implacable. Para disfrutar del océano y su paisaje, el arquitecto proyectó un cuerpo vidriado hacia el frente que actúa como pantalla que protege el interior.
La premisa en el desarrollo de este proyecto fue mantener siempre las visuales hacia la bahía y que el horizonte estuviera presente en cada espacio de la
casa, como explica el arquitecto Óscar González Moix. Los proyectistas distribuyeron las funciones de manera tal que los espacios se conectaran visualmente. De ese modo, la transparencia es el objetivo fundamental en la planta baja.
En este sitio de la costa peruana, sobre el océano Pacífico, es característico el viento implacable que impacta directamente desde la bahía. “Ese limitante muy fuerte para el desarrollo del proyecto; no nos permitía utilizar el jardín delantero y por ello la importancia de que el jardín interior pudiera ver en todo momento el mar a través del primer volumen”, aclara el arquitecto.
La solución fue planificar la casa principal definida entre dos muros de piedra laterales, en un ancho de 20 metros de fachada frente al mar. Ese frente es compartido por todos los usos sociales en la planta baja y las funciones privadas en un nivel superior. La planta alta resulta una caja de concreto perforada que yace suspendida sobre los dos muros macizos. Esto permite que la sala-comedor se materialice, por contraposición, como una caja de cristal a través de la cual se mantienen las visuales entre el mar y el resto de la casa.
Luego, el programa de la casa se va acomodando hacia el interior del terreno, sobre uno de los laterales.
Las habitaciones de huéspedes se disponen como un ala independiente que puede o no funcionar en conjunto con la casa principal.
Eso fue posible gracias a que la piscina y la parrilla actúan como funciones “fuelle” en medio del jardín interior y permiten la interacción de todos los huéspedes en ese gran espacio verde que siempre es espectador del imponente horizonte, según explica el arquitecto: “El proyecto plasma un lenguaje concreto y preciso, donde los materiales como el hormigón, el bambú y la piedra son siempre fieles a la función que encierran”, define González Moix.
Y concluye: “Es ahí donde la arquitectura encuentra su verdadera vocación, cuando la premisa inicial es conseguida y las partes del proyecto evocan aquella sensación de estar siempre en la orilla”.
Proyecto:
Casa Mar de Luz
Arquitectos:
Oscar Gonzalez Moix
Ubicación: Paracas,
Ica,
Perú.
Año: 2013.
Proyecto: Arq. Oscar González Moix.
Colaboradores: Arq. Ernesto Bartra, arq. Beatriz Rodríguez, arq. Daniela Ampuero.
Constructor: Ing. José Luis Bustios.
Area cubierta: 778,95 m²
Fotografía: Elsa Ramírez Bustamante, Juan Solano Ojasi.
Oscar Gonzalez Moix
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