Arquitectos que prefieren no construir antes que sobrepasar el presupuesto
Los arquitectos franceses Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal pueden ser una anomalía dentro de una profesión de alta competencia: se han negado a realizar proyectos bajo el argumento de que en el sitio no es necesario hacer nada, sólo mantenerlo. ¿Quiénes son y por qué hacen esto?
Hace 20 años, el ayuntamiento de la ciudad francesa de Burdeos convocó a este par de arquitectos, esposos y socios, para que plantearan la renovación de la plaza Léon Aucoc, un espacio triangular con árboles, bancos y una zona de juegos.
Cuando la pareja visitó el lugar para hacer su evaluación, se dieron cuenta de que la plaza no tenía ningún problema, los vecinos la visitaban constantemente y sólo necesitaba del mantenimiento habitual.
Según las palabras de los arquitectos, la plaza “era bonita y auténtica, carente de sofisticación superflua”.
Lacaton & Vassal es un despacho con sede en París que trabaja proyectos de edificios públicos, viviendas y planificación urbana.
Sus propuestas se basan en un principio de generosidad y economía, al servicio de la vida, los usos y la apropiación, con el objetivo de cambiar el estándar.
El del Palais de Tokio (París) fue un caso similar: era un antiguo pabellón de la Exposición de 1937, usado como galería de arte y que las autoridades querían convertir en cine.
De igual forma, en lugar de re-convertir el lugar e incorporar “sofisticación superflua”, lo que hicieron fue retirar todo aquello que estorbaba al edificio, como algunas adecuaciones hechas a lo largo del tiempo.
Otro ejemplo: La Tour Bois-le-Prêtre es un bloque de viviendas de 16 pisos construido en París en los años 60.
Por su antigüedad iba a ser demolido pero Lacaton y Vassal tuvieron otra idea: no solo renovar el edificio y ampliar los departamentos mediante la incorporación de una estructura portante para ampliar salas de estar, crear terrazas y balcones que pueden cerrarse.
Su filosofía de trabajo la resumen así: "Nunca demueles, nunca elimines o reemplaces, siempre agrega, transforma y reutiliza!
Todo siempre bajo una ética y sin sobrepasar los presupuestos.
A este respecto, la arquitecta
Anne Lacaton afirma que nunca ha sobrepasado ninguno de sus presupuestos.
La arquitectura de estos dos franceses es una crítica a la sociedad de consumo pero a la vez darle “libertad al usuario: la posibilidad de usar un espacio de muchas maneras”.
Se oponen totalmente a las demoliciones porque en su opinión la destrucción implica un desinterés por lo que se considera viejo y se acostumbra a las personas a no cuidar lo que tienen. “El resultado es más económico, más lógico y más civilizado”; dice Lacaton.
A veces es mejor no hacer un proyecto cuando éste no es necesario. Esa es la lección que nos enseñan estos arquitectos franceses. Una victoria para la ética y la mesura en un mundo habituado al desperdicio.
Con información de El País Semanal.
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