El pabellón alemán de Mies van Der Rohe sin muros de mármol
Imagina cualquier edificio famoso desnudo, sin el material con que fue construido, para verlo de otra manera y comprenderlo mejor. Eso hicieron con el Pabellón Alemán de la Expos Universal de 1929.
Como parte de una instalación para “desnudar” el célebre pabellón que Mies van der Rohe construyó en la ciudad de Barcelona para la Exposición Universal de 1929, las arquitectas Anna y Eugeni Bach cubrieron los muros de mármol de la estructura.
El resultado es un pabellón de color blanco, incluso más minimalista, nunca mejor pudo van Der Rohe decir que “menos es más”.
La idea de las arquitectas al crear esta especie de fantasma arquitectónico, era convertir el pabellón en una maqueta escala 1:1.
Hay que recordar que la construcción original se desmontó al terminar la expo, y que no fue hasta 1986 que volvió a levantarse en el mismo lugar.
Para ello se utilizaron vidrio, acero y cuatro tipos diferentes de piedra: travertino romano, mármol verde alpino, mármol verde antiguo de Grecia y ónix dorado de las montañas del Atlas, todas con las mismas características y procedencias que las que originalmente usó el arquitecto.
Bajo esta premisa, Anna y Eugeni Bach plantearon que si bien el Pabellón no es el original, podía mirarse tal y como Mies lo planteó en papel, para permitir a los visitantes una nueva experiencia sin las vetas de los mármoles.
Ç que la Fundación Mies van der Rohe realiza para que artistas y arquitectos planteen proyectos que permitan una nueva visión sobre este proyecto que tanto influyó en la arquitectura moderna y contemporánea.
El proyecto, que llevó por nombre "Falta materialidad", convirtió al pabellón en una maqueta, con todas las superficies revestidas con vinil blanco para muestra el papel representativo de la obra original y su reconstrucción.
Durante 11 días, el Pabellón perdió su materialidad.
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