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Casa en pendiente de 22 grados

Concreto y madera se unen para crear una vivienda intimista y de manufactura de mucha calidad.

Dreessen Willemse Architectenm,

Para los buenos arquitectos, cualquier terreno es una buena opción para crear un proyecto relevante.

Es el caso de los arquitectos de Dreessen Willemse Architecten, quienes en un predio con una pendiente de 22 grados crearon esta vivienda de concreto, muy cerca de la orilla de río Maas, uno de los más importantes de los Países Bajos.

Debido a las condiciones del terreno, fue necesario construir un muro de contención de 25 metros de largo y 10 metros de altura.

Esta condición crea un espacio introvertido, que se desarrolló mediante patios internos.

La casa cuenta con 3 niveles pero los arquitectos crearon una atmósfera introvertida, que se manifiesta gracias a que el volumen norte está cerrado mientras que el sur está abierto pero sin exagerar las aberturas.

La piscina y la terraza principal se encuentran en el segundo piso.

La piscina se puede ver desde la estancia y la cocina gracias al uso de “ventanas” internas.

Todo el proyecto fue construido con concreto, cuyas superficies se dejaron aparentes, incluyendo pisos, volúmenes, escaleras y balcones.

Por dentro, para contrarrestar la frialdad propia del concreto, algunas paredes están recubiertas de madera Ipe.

Muebles redondos y blancos contrastan con la obra de concreto.