Casa con periscopios de concreto
La arquitectura también es vértigo, desafío de las leyes de la gravedad, como hace Miguel Ángel Roca es esta casa volada con vistas hacia un valle siempre verde.
A partir de dos volúmenes en voladizo que se asoman hacia un paisaje de múltiples colores y texturas, la
Casa Serrana se emplaza en una reserva natural que puede ser apreciada mediante dos volúmenes pensados como periscopios.
Parece anclada en la montaña escarpada, con visuales a las serranías cubiertas de molles que encierran un pequeño valle abajo y una apertura lejana al lago de Río Ceballos. A lo lejos, puede verse desde todas las áreas la planicie del aeropuerto de Pajas Blancas en el remoto confín visual. Esto es posible a través de ventanas catalejos que miran al Norte, Este y Oeste, en tanto que hacia el Sur la
casa se muestra enclavada sobre la ladera.
Estos dispositivos están presentes en los dos volúmenes que integran la vivienda. Uno, destinado al área pública, el otro, dedicado a los ambientes privados.
Entre ellos se extiende un patio-terraza también abierto al paisaje global.
La casa se apoya en la gran masa de un espacio único de trabajo-taller, una colección de motos, la cochera y el acceso inferior.
La articulación con el nivel superior lo brindan dos escaleras, cuyo recorrido pone en evidencia la predominancia del hormigón y la piedra en todos los ambientes. Incluso las áreas más privadas se abren al entorno natural, aprovechando la intimidad que garantiza el aislamiento de la vivienda.
Por su parte, los ambientes públicos están integrados no solamente entre sí, sino también con la terraza, que desdibuja los límites entre el interior y el exterior.
Proyecto: Casa Serrana
Arquitectos:
Estudio Miguel Ángel Roca.
Superficie construida: 490 m2.
Ubicación:
Córdoba,
Argentina
Estudio Miguel Ángel Roca
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