Las casas de 8 mil dólares diseñadas por Tatiana Bilbao
Tatiana Bilbao analiza los problemas urbanos y sociales para repensar cómo los espacios pueden ser “reactivos al capitalismo global, abriendo nichos para el desarrollo cultural y económico”.
Tatiana Bilbao trata de comprender, a través del trabajo de su oficina multicultural y multidisciplinaria, el lugar que nos rodea para traducir sus códigos rígidos en arquitectura.
Sus proyectos se esfuerzan por regenerar espacios para humanizarlos como una reacción al capitalismo global, abriendo nichos para el desarrollo cultural y económico.
Su trabajo incluye un jardín botánico, un plan maestro y una capilla abierta para una ruta de peregrinación, un centro biotecnológico para una institución tecnológica, una
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casa construida con $8,000 dólares y una funeraria.
En los últimos años, la vivienda social se ha convertido en uno de los temas más importantes y apremiantes en la agenda arquitectónica.
Bilbao desarrolló un proyecto cuyo objetivo es ofrecer buenas cualidades espaciales y materiales a un precio asequible.
Presentada en la Bienal de Arquitectura de Chicago, en 2015, la vivienda familiar flexible se puede construir por menos de $8,000 dólares.
La primera parte del trabajo intelectual de Bilbao consistió en entender lo que los posibles inquilinos requerirían en términos de la forma y función del proyecto.
Después de varias entrevistas y talleres, Bilbao llegó a un diseño que adopta la forma de una casa arquetípica, con un techo inclinado, mientras se adapta a las variaciones geográficas, sociales y culturales.
El diseño se adapta al requisito mínimo de vivienda en México, que es de 43 metros cuadrados, al construir un núcleo central de bloques de concreto rígido, rodeado de tarimas de madera.
Así, el hogar se puede ampliar en fases, adaptándose al presupuesto y los requisitos individuales de cada familia.
La primera fase del plan incluye dos dormitorios, un baño, una cocina y un espacio comunitario de cinco metros de altura.
A partir de este trabajo, Bilbao ha diseñado complejos de viviendas asequibles en Ciudad Acuña, Coahuila, y Chiapas, México.
Asimismo, su acercamiento del tema y problemática de la vivienda impulsaron a la arquitecta a reflexionar en torno a lo que implica no solo el diseño ni la planeación de una casa o un conjunto de ellas, sino establecer sus límite: dónde comienza y dónde termina una vivienda.
Sus reflexiones se recogen en el libro “A House is Not Just a House” (“Una casa no es solo una casa”), editado en 2018 por Columbia Books on Architecture and the City.
En uno de sus ensayos, Bilbao identifica el año de 1992 como el que marcó el fin de la construcción de vivienda social de parte del gobierno. Con la liberalización del ejido, la unidad básica de tierras de cultivo que no podían ser vendidas ni enajenadas, los empresarios encontraron una mina de oro.
“Inició un sistema que involucró a desarrolladores privados en la creación de viviendas sociales para el gobierno. Y es que la combinación de tierras baratas que ahora se podían comprar a estos antiguos ejidos, y los incentivos o subsidios del gobierno para privatizarlos y desarrollarlos, crearon nuevos modelos de vivienda. Esto, creo, fue el momento en que las cosas se pusieron realmente mal”.
La vivienda a precio de mercado para las poblaciones de ingresos bajos y medianos se convirtió en un gran negocio.
Así comenzaron a surgir gigantescos desarrollos, algunos de más de 20,000 viviendas como en Ixtapaluca, Estado de México, alejados de los servicios básicos como escuelas trabajos y tiendas.
“Entonces me volví muy política sobre el estado de la vivienda en México. Me sorprendió que durante casi 25 años no hubo arquitectos que abordaran el problema de la vivienda a esa escala. Solo hubo desarrolladores.
“Por supuesto, estos desarrolladores tenían a sus arquitectos internos trabajando con ellos, pero en general, había pocos arquitectos, tanto en la profesión como en la academia, que participaran en una discusión crítica y productiva; el enfoque se centró en rehacer la imagen de México como una nación próxima en riqueza recién descubierta, una economía neoliberal exitosa y aspirante.
“Para mí era importante recuperar un cierto sentido de empoderamiento y comenzar a crear un nuevo diálogo”.
Esta inquietud llevó a la arquitecta a trabajar en el desarrollo de 600 casas en la población de Angangueo, Michoacán. Si bien no pudo rediseñar la casa tipo, que y estaba planeada y autorizada, si logró rehacer el plan maestro a partir de las condiciones del sitio.
Esta población se vio afectado por lluvias atípicas que en 2010 arrasaron el lugar, que tuvo que ser declarado “zona de desastre”.
Con inversión de 350 millones de pesos se creó el nuevo Barrio Sustentable Monarca de Angangueo, proyectado para más de 2 mil habitantes.
Cada casa, según datos de publicado en la prensa, cuenta con un terreno de 160 a 220 metros cuadrados con una construcción que va desde los 66 a los 78 metros cuadrados.
Fuente: https://oaxaca.quadratin.com.mx/Resurge-Angangueo-a-25-meses-de-la-tragedia-Sedesol/
“El objetivo era diseñar el vecindario más como un pequeño pueblo o ciudad con un centro y diferentes densidades”, dice Bilbao.
Con ello, usó la casa como una unidad: apilarla, densificarla y multiplicarla.
Esta unidad podía configurarse de varias formas en relación con la topografía natural: en algunos casos, se creaba un edificio de cuatro unidades; un dúplex de dos unidades o una casa sencilla.
Al pasar el tiempo estas viviendas incrementaron su costo gracias a la manera en que estaban planteadas, al contrario de otros desarrollos similares que nadie quiere comprar o terminan abandonados.
Esta experiencia demostró que hay otra manera de hacer vivienda social, no solo para generar ganancias.
Tatiana Bilbao estudió Arquitectura en la Universidad Iberoamericana en 1996 y actualmente es profesora invitada en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Yale.
Corte transversal
La fachada
Planta baja
Primera planta
Corte transversal
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Planta baja
Primera planta
Corte transversal
La fachada
Planta baja
Primera planta
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Planta baja
Primera planta
Tatiana Bilbao
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