Casa en Mérida con clima autosustentable
La ciudad de Mérida, Yucatán, es una de las más hermosas de México y también de las más calurosas: en julio el termómetro registra hasta 37 grados centígrados. Esta casa se diseñó para no depender de un sistema de aire acondicionado.
La casa se desplanta en un predio de 2,000 metros cuadrados, con árboles endémicos de gran tamaño y cincuenta años de edad, localizados principalmente en su perímetro como un gran valor agregado del sitio.
Esta casa de
Reyes Ríos +
Larraín Arquitectos se desarrolla en un solo nivel y 500 metros cuadrados. Se ubica en un antiguo barrio colindante con el centro histórico de Mérida, Yucatán.
Anteriormente, el terreno se encontraba ocupado por una casa de los años sesenta del siglo XX, también de un solo nivel y tamaño similar. Debido a su nulo valor arquitectónico, los deterioros importantes en su estructura y su pésima implantación y orientación espacial, fue demolida.
La nueva construcción se diseñó siguiendo dos directrices:
1. Construir una casa térmica, transparente y ligera, para favorecer vistas expansivas al propio terreno, así como conexiones físicas graduales con los árboles y el nuevo jardín creado como parte del concepto de habitar en esta vivienda.
2. Proponer un sistema constructivo que redujera al mínimo posible la intervención de albañiles, favoreciendo la construcción prefabricada y minimizando los detalles de terminación de acabados como atributos de una obra inserta en un entorno cultural tecnológicamente muy rezagado.
Entre los referentes que nos inspiraron se cuentan las obras de Craig Ellwood y Pierre Koening, así como el programa de las Case Study Houses en California de los años cincuenta. En nuestro caso y en clara diferencia con las obras citadas, nos planteamos un reto mayor al introducir el componente de la sustentabilidad y enfrentarnos con la aparente contradicción entre la lógica arquitectónica de máxima transparencia-ligereza y mínima masa térmica-ganancia solar en un clima de calor, humedad y riesgo de huracanes severos.
Como respuesta conceptualizamos y desarrollamos en conjunto con los ingenieros de diseño estructural y la empresa proveedora del material térmico seleccionado, un sistema constructivo híbrido que mezcla elementos portantes de metal y concreto celular.
La yuxtaposición de las propiedades de ambos materiales permitió crear una estructura de alto desempeño cuyos elementos alcanzan prácticamente su mínima sección posible.
El sistema de construcción logrado permite la utilización de elementos estructurales básicos como perfiles tubulares cuadrados de acero de 2.5 pulgadas y vigas IPR de sólo 8 pulgadas para columnas y trabes de borde respectivamente, capaces de acoplarse a bloques de 12.5 centímetros de grosor en muros de rigidez y paneles de 15 para losas que cubren claros de 4.8 metros.
El módulo rector del proyecto parte del máximo aprovechamiento de ambos materiales en sus medidas comerciales, lo cual determinó esencialmente la escala y proporciones de la arquitectura: alturas de techos de 3 metros y dimensiones de espacios en múltiplos de 1.2.
El programa de la casa incluye tres recámaras con sus respectivas baños; cocina-sala-comedor-terraza en un solo volumen de cristal, un estudio con baño adjunto que sirve para las visitas y uso de la piscina; área de servicios y cochera para tres automóviles.
Separado del volumen principal de la casa, el programa se completa con un Pabellón de invitados, construcción de un nivel de 48 metros cuadrados, concebido como un ensayo de diseño de vivienda mínima de alta eficiencia. Esta construcción cuenta con terraza, área de comedor y estar, cocineta, baño completo y una recámara de 17 metros cuadrados.
La arquitectura se define en la congruencia entre la lógica racional de uso de los materiales y la tectónica plástica que el sistema constructivo nos fue revelando como oportunidades de diseño.
A partir de ello se confeccionan los espacios en relación con diferentes capas de protección: desplante del suelo en pilares aislados y pisos ventilados, voladizos que son circulaciones y transiciones de luz-temperatura, paneles corredizos-pivotantes de metal con bambú de la región.
Estas estrategias permiten en este caso, habitar confortablemente una amplia caja de cristal en un clima cálido y de luminosidad extremos sin recurrir a climatización artificial. El estudio a fondo de las propiedades de los materiales permitió crear un sistema constructivo innovador a costo accesible, que entre sus atributos, permite amalgamar concreto celular con la piel de estuco a base de la resina del árbol de Chukum, técnica ancestral que el arquitecto Salvador Reyes Ríos redescubrió y reinventó en el año 1996, convirtiéndose desde entonces en un legado para la arquitectura contemporánea de Yucatán.
Planos de Casa Itzimná de Reyes Rios + Larraín Arquitectos
Planta Piso
Elevación Norte
Elevación Oriente
Elevación Poniente
Corte A
Proyecto: Casa Itzimná
Arquitectos: Reyes Ríos + Larraín Arquitectos
Ubicación: 97139 Mérida, Yucatán, México
Diseño arquitectónico y Diseño interior: Salvador Reyes Ríos, Josefina Larraín Lagos
Área: 500 m2
Año Proyecto: 2013
Fotografías: Pim Schalkwijk, Ignacio Rivero, Tim Street Porter
Colaboradores desarrollo de proyecto: Carlos Patrón Ibarra, Alejandro Carrillo Olguín
Jardinería y Paisajismo: Josefina Larraín Lagos
Consultor en Geomancia y Feng Shui: Alex Stark
Concepto de sistema constructivo-estructural: Salvador Reyes Ríos
Cálculo y Revisión Estructural: Enrique Colli, Xella Mexicana S.A. de C.V., José Manuel Castillo
Montaje de Estructura: Ricardo Zavala
Obra Civil: Proyecciones Civiles S.A. de C.V.
Reyes Ríos + Larraín Arquitectos
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