Películas Magníficas que Usan la Arquitectura de Forma Brillante IV: Último año en Marienbad

La arquitectura, con sus niveles, sus curvas, sus formas y sus dimensionales contrastan con la figura humana, puede crear visiones del poder y fragilidad y puede traer sentimientos de decadencia o de grandeza, de un futuro pulsante o pasado que se desvanece, también puede ser un espejo de la condición de una sociedad.

Las implicaciones metafóricas y sociales de un paisaje arquitectónico particular son inigualables y fácilmente pueden ser exploradas por el cine en secuencias puramente visuales.

En una serie de artículos sobre cine y arquitectura presentaremos películas en donde la arquitectura es un actor importante y que todo amante de la arquitectura y el cine deben de ver.

Último año en Marienbad (Alain Resnais, 1961)



Marienbad, el espacio de la memoria, tiempo, la prisión del pasado. Un hombre y una muje se encuentran, él dice haberla conocido previamente en Marienbad, pero ella dice que ella no lo conoce.

Alain Resnais crea una de las metáforas arquitectónicas más grandes en la historia del cine y el siglo XX, comparable al Xanadú en Ciudadano Kane o el hotel en la novela de Thomas Manns la montaña encantada.

Resnais utiliza el trabajo de cámara y la edición para confluir las nociones espaciales en el palacio y los jardines, creando una estructura laberíntica que hace que el espectador se sienta perdido en un espacio de ensueño.



El espacio que explora de Resnais es la persistencia de la memoria, simbolizado por el edificio ineludible. Crea una arquitectura geométrica que se define por sus detalles, por su estructura como un espejo, que explora la naturaleza de múltiples realidades y universos paralelos que es prominente en la ficción postmodernista, como Cortázar y Borges.

Los detalles microscópicos también están influenciados por Grillet, quien escribió el guión, que era un entusiasta de la arquitectura.



No se clarifica si Marienbad es real o un lugar de la mente, una alucinación solipsista o una estructura de concreto, pero la ambigüedad y la naturaleza misteriosa del Palacio y la forma de los personajes y la cámara vagan a través de ella transforma una trama esquelética en una meditación sobre la naturaleza del tiempo, memoria y realidad.

Linnovación de Marienbad radica no solo en la linealidad alterada de la narrativa, sino también en la forma en que Resnais utilizó y manipuló el espacio arquitectónico para traducirlo a una forma visual, rompiendo las convenciones preestablecidas de construir narrativas en el cine.



La película tiene lugar en un hotel barroco, que de hecho es un edificio imaginario creado por la edición de escenas tomadas en varios lugares (tres palacios reales en Munich y un estudio de cine en París).

El hotel puede considerarse una ubicación Frankenstein, una mezcla de diferentes edificios, que se presenta al espectador como uno solo.

Es literalmente una recomposición de varios fragmentos de construcción. En lugar de usar estas ubicaciones diferentes puramente para la logística durante la filmación, Resnais las usa para estructurar el espacio fílmico de modo que no se revele de forma lineal, sino que resulta en un proceso lento de descubrimiento por parte de un espectador desorientado.




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