Hotel del Lobo Blanco
And_Re Architecture son un despacho que forma parte de las nuevas generaciones de arquitectos portugueses. Este hotel es una muestra de su trabajo.
Más que un hotel dentro de un edificio, Lobo Blanco se distribuye en 4 volúmenes sencillos, con techumbres a dos aguas y unidos por una serie de sendas casi subterráneas.
Se ubica en la ciudad de Penafiel, Portugal, y ocupa un área de 900 metros cuadrados.
La intención es ligar estos volúmenes con el entorno natural que rodea el terreno y, sobre todo, hacer realidad la petición del cliente respecto de crear una atmósfera relajada, tranquila, de mucha paz espiritual.
La disposición de cada volumen responde a las condiciones del terreno de tal forma que cada uno responde no sólo a su propio funcionamiento, sino que lo hace en relación con el entorno.
Como dicen los arquitectos, la idea era “adaptarse a las condiciones naturales existentes, respetando y mejorando sus valores. Proporcionando así una experiencia de vida más rica, llena de distintos momentos y sensaciones”.
Los edificios blancos se convierten en un telón de fondo neutral para el medio ambiente, discreto y claro.
Las sendas excavadas en el terreno, y que ubican a los visitantes casi al nivel del suelo, les permite contemplar comprender las sutilezas de la topografía y la escala de los árboles circundantes.
Cada volumen se desplanta por medio de una franja de vidrio que corre a lo largo de éstos, para dar transparencia a las áreas públicas.
El resto de los volúmenes son cajas ciegas, con pocas ventanas o claraboyas que permiten una iluminación y ventilación natural.
Los interiores también son blancos, minimalistas, con pocos muebles.
Además de las habitaciones, el hotel cuenta con una piscina a la que también se llega por uno de estos senderos ocultos, y uno de los volúmenes es un área para practicar yoga.
Más que ser un hotel para divertirse, el Lobo Blanco es un lugar para el descanso y la introspección.
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