Las casas que llegaban por correo
Antes de la llegada del internet y la posibilidad de adquirir en línea miles de productos, incluyendo casas, los catálogos en línea, en Estados Unidos existió un catálogo que llegaba por correo a una quinta parte de los estadunidenses en 1908.
Se trataba del catálogo de
Sears & Roebuck, una publicación muy famosa que, en sus 1,400 páginas, ofrecía 100,000 artículos de esta famosa cadena de tiendas de electrodomésticos.
Precisamente en 1908, Sears empezó a ofrecer viviendas a través de su programa de Casas Modernas, que duró hasta 1940.
Este programa ofrecía varios modelos de casas; los interesados pedían los planos para ver si se ajustaban a sus necesidades y luego, tras enviar el cheque correspondiente, recibía semanas después, vía ferrocarril, la casa desarmada,
Las casas constaban de más de 10,000 piezas de madera, incluyendo puertas y manijas.
Según Sears, la casa podía ser armada por cualquier persona en menos de 90 días, sin necesidad de carpinteros. Desde luego, el envío incluía un manual de instrucciones.
A lo largo de este programa de vivienda por correo, Sears vendió 75,000 casas a lo largo de Estados Unidos. La tienda fue pionera en la búsqueda de estandarizar la vivienda, en una época en la que el urbanismo comenzaba a gatear.
Todo gracias a la inventiva del fundador de la tienda, Richard Sears.
A comienzos del siglo XX, las casas en Estados Unidos eran multigeneracionales, es decir, en ellas habitaban varias generaciones, por lo que sus espacios eran poco adecuados o iban adaptándose según el crecimiento de la familia.
El crecimiento de la clase media y la influencia de la arquitectura victoriana, la representación del deseo de casas con decenas de salones para comer, fumar, cocinar o trabajar, permeó la conciencia estadunidense.
Este mercado estaba desaprovechado, por lo que Sears encontró una oportunidad de oro, sobre todo después del final de la Primera Guerra Mundial.
El primer catálogo de Modern Homes contaba con más de 40 modelos para elegir; después, la oferta crecería hasta 447 diseños diferentes.
Los nombres de cada diseño trataban de enfocarse en los deseos del cliente potencial: Alhambra, una casa estilo California, así como Vallonia, Martha Washington y Crescent.
Para cerrar el negocio, Sears también vendía los muebles pensados para cada una de estas casas.
El programa cerró en 1940, previo al final de la Segunda Mundial y el cambio generacional, así como el nacimiento del suburbio y el hogar prefabricado, tal y como los conocemos hoy.
Lo que antes era motivo de orgullo, al paso dl tiempo se convirtió en un motivo de rechazo: nadie quería admitir que vivía en una casa comprada en un catálogo, por lo que las casas Sears fueron demolidas o renovadas al extremo.
Actualmente se han hallado casas Sears. En la ciudad de Elgin, Illinois, se han encontrado más de 200. Más de 50,000 viviendas en Estados Unidos, aún en pie, son del catálogo de Sears, o de otras empresas que se dedicaron al mismo negocio.
Hoy es posible comprar casas en línea, pero el origen de ese mercado lo exploró y explotó primero Sears.
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