Cubo flotante para cortes y juzgados de Los Ángeles
Este nuevo proyecto de SOM (Skidmore, Owings & Merrill) crea un edificio que refleja el poder de la ley, pero al mismo tiempo transparencia.
El diseño del nuevo
Palacio de Justicia de los Estados Unidos en el centro de Los Ángeles tiene un espíritu moderno y está arraigado en los principios clásicos de la arquitectura federal.
Para ello utiliza elementos arquitectónicos tradicionales, como pasos procesionales, grandes espacios públicos y materiales duraderos como piedra caliza.
Estos elementos lo convierten en un edificio cívico, reconocible para el público.
Pensado como un cubo flotante, el edificio cuenta con volumen de vidrio que se sostiene sobre una base de piedra.
El edificio tiene 10 pisos y cerca de 60,000 metros cuadrados para dar cabida a 24 salas de audiencias y 32 salas judiciales.
Además alberga el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, del Distrito Central de California, el Servicio de Alguaciles y proporciona un espacio de preparación para el juicio para la Oficina del Fiscal de Estados Unidos y del Defensor Público Federal.
Desde el principio se pensó en un edificio sostenible, por lo que obtuvo la certificación LEED® Platinum y cumple con el objetivo energético de GSA para 2020.
Para el suministro de energía eléctrica, cuenta con un conjunto fotovoltaico en la azotea para generar 507,000 kWh de energía renovable al año.
La fachada de vidrio implicó un reto debido al asoleamiento en el este y el oeste.
El diseño de la fachada incorpora paneles opacos en pliegues orientados al este y al oeste para minimizar la ganancia de energía solar térmica.
Al mismo tiempo, el diseño utiliza paneles de vidrio transparente en pliegues orientados al norte y al sur para maximizar la luz natural dentro del palacio de justicia.
Este detalle reduce la carga anual de radiación solar en un 47%.
Así, la luz de día se optimiza dentro del Palacio de Justicia, resultan beneficiadas las
salas de audiencias y de deliberación de jurados en el perímetro del edificio.
Cada piso se organiza alrededor de un volumen central abierto cuyo tragaluz proporciona luz natural al corazón del edificio, y una segunda fuente de iluminación natural para las salas de audiencias.
Este espacio incluye reflectores colocados estratégicamente para mejorar la presencia de la luz del día.
Así, un edificio burocrático y que podría ser predecible, se convierte en un nuevo símbolo en la ciudad de Los Ángeles.
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