Yunak Evleri, un original hotel cuyas habitaciones son cuevas

En el momento en el que el ser humano dejó de ser nómada tuvo la necesidad de establecerse en una vivienda que le permitiera el mejor resguardo ante las inclemencias del tiempo. En este sentido, uno de los refugios más apreciados por los hombres primitivos fueron las cuevas, ya que además de abrigarlos del frío y del calor extremos eran lugares en donde podían protegerse de los enemigos y las fieras salvajes.



Una vez que los hombres asimilaron las ventajas de habitar dentro de estos refugios naturales, su creatividad fue más allá y construyeron, incluso, ciudades completas, excavando y esculpiendo las masas rocosas, como en el caso de la Ciudad de Petra, en Jordania.



Este tipo de arquitectura se ha seguido desarrollando hasta los tiempos actuales, e incluso se han convertido en un sigular destino de vacaciones. Existe una oferta turística relativamente abundante de casas y hoteles que ofrecen cuevas como una forma original y diferente de pasar un fin de semana o unos días en contacto con la naturaleza.



Un interesante ejemplo se ubica en el corazón de Turquía dentro de una localidad conformada por un espectacular paisaje rocoso. Dentro de este hermoso e imponente contexto se encuentra el Hotel Yunak Evleri de 5 estrellas, cuyas habitaciones son, justamente, cuevas.



Completamente desocupadas, en el año 2000, seis casas cueva de los siglos V y VI fueron renovadas y adaptadas como habitaciones para el hotel, una original posada conformada por 30 habitaciones privadas, a las que se accede a partir de una serie de estrechos pasillos y escaleras curvas de piedra.



Para la decoración del interior del hotel se respetó totalmente el cálido estilo local, por lo cual las habitaciones fueron amuebladas con antigüedades otomanas del siglo XIX.



Cada habitación cuenta con su propio spa y un patio al aire libre desde donde los visitantes pueden apreciar el hermoso paisaje rocoso. Los baños de las habitaciones fueron decorados con mármol blanco y cuentan con regaderas de vapor y jacuzzis. En la piedra del interior de las habitaciones fueron tallados a mano finos detalles ornamentales: medallones, molduras, arcos, etc.



El hecho de que las habitaciones hayan sido cavadas dentro de la piedra, permite mantener regularmente una temperatura confortable y fresca, incluso cuando los días son más calurosos. Además de la decoración, otro de los atractivos de este lugar son las primitivas casas e iglesias circundantes.



El resto de los locales del hotel, como el comedor y la recepción, están ubicados a un costado de las cuevas, dentro de una hermoso palacete griego del siglo XIX construido en mármol blanco y decorado con finas maderas.



En la azotea del hotel también se encuentra un restaurante al aire libre, uno de los mayores atractivos del hotel, ya que desde ahí, los visitantes pueden disfrutar sin interrupciones de una vista panorámica del lugar.

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