Estudiantes construyen vivienda sustentable en 45 días
Métodos de construcción tradicionales que se creían en desuso hoy son enseñados en universidades e institutos para encontrar alternativas que mitiguen los efectos de la contaminación y el calentamiento global.
Antes de la invención del adobe, el
bahareque fue uno de los sistemas constructivos más usados en América previo a la llegada de los españoles.
El bahareque es un sistema tradicional a base de carrizos, palos o cañas que se van entretejiendo hasta formar paredes. Posteriormente estas se rellenan con paja, cáscaras, cáscaras de coco, lodo o con botellas de pet.
Estas características lo convierten en un sistema ecológico y muy económico.
Por ejemplo, estudiantes de la Universidad Tecnológica de Tula-Tepeji (UTTT) construyeron una vivienda de este tipo en 45 días empleando materiales orgánicos de la localidad.
Como parte de un diplomado en Eco Construcción y Energías Renovables, 12 alumnos participaron en este ejercicio ecológico y social.
Aunque no existen normativas para este sistema constructivo, sí puede impulsarse estudios a fondo a fin de aplicarse como alternativa en la construcción de viviendas 100% ecológicas y que resuelvan la problemática de millones de personas sin vivienda.
En el caso de la vivienda creada por estudiantes, el proyecto contempla tecnologías como una aplicación que permita gestionar la energía o la temperatura desde el celular. Dicha aplicación será desarrollada por alumnos de Mecatrónica de la misma institución.
Tiene también celdas fotovoltaicas, calentador solar y sistema de captación de agua pluvial para una cisterna de cinco mil litros.
La casa mide 90 metros cuadrados, y cuenta con sala/comedor, cocina, recámara y baño.
Con cimientos de piedra y concreto, la casa cuenta con una estructura de polines de madera que sostiene las “jaulillas” de carrizos y que luego se rellenan con rastrojo de maíz.
Luego los muros cuentan con una mezcla de barro, arena y pasto; los pisos están fabricados con botellas de Pet.
En opinión del arquitecto
Marcos Sánchez, asesor del diplomado, el bahareque se comporta bien en caso de temblores, como lo ha demostrado en Chile, uno de los países con gran actividad sísmica.
“Chile ha sufrido temblores de grandes magnitudes a lo largo de su historia, el más reciente ocurrió en septiembre pasado con una magnitud de 8.3, y estas estructuras de más 150 años solo reportaron desprendimientos de aplanados y fisuras leves, pero continúan de pie”, comentó.
La casa, además, se adapta muy bien a casi todos los climas: en invierno es cálida y en el verano muy fresca, lo que implica un ahorro en energía.
Desde un punto de vista económico, en esta casa se ahorro entre 30 y 50 por ciento de recursos en comparación con una casa de interés social.
Este ejemplo escolar demuestra que las técnicas de construcción no se limitan solo al uso de muro de mampostería y losas de concreto armado, sino que existen más opciones; si son ecológicas, mejor.
En la actualidad el bahareque se ha mejorado como proceso constructivo.
El bahareque diseñado generalmente consiste en cimientos de concreto reforzado que sostienen un soporte de mampostería reforzado que eleva el marco estructural de madera y / o bambú.
Ya sea con caña o bambú de pequeño diámetro se da forma a las parees que luego se refuerzan con malla de acero galvanizada, la que se una en los corrales para pollos.
Las paredes se terminan con mortero de cemento para hacerlas más resistentes.
Casas de este tipo se han construido con éxito en países como Costa Rica, Colombia, Nepal, Ecuador, El Salvador y Filipinas.
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