Ni burdas ni antiestéticas. Las Instalaciones de Servicio también son un interesante motivo para la arquitectura.
Por lo general, las Instalaciones de servicio son consideradas obras de infraestructura meramente funcionales, por lo que en la mayoría de los casos, son resueltas a manera de contenedores exentos de cualquier planteamiento estético.
Complejos Industriales, Plantas de energía, centrales hidro-eléctricas, contenedores de agua y muchas otras instalaciones de servicio suelen ser estructuras “neutras” carentes de toda identidad arquitectónica, y que en muchos casos también son bastante feas.
Muchas de las instalaciones de servicio, requieren de elementos arquitectónicos de dimensiones diferentes a los de los espacios de uso cotidiano, pues por lo general albergan instalaciones especiales o –por seguridad- necesitan aislarse, ya sea elevándolas o enterrándolas, lo que puede permitir, un interesante juego volumétrico, cuando este tipo de proyectos se observan con una mirada estética.
Cuando la creatividad y sensibilidad de un arquitecto va más allá de las soluciones meramente eficientes, las instalaciones de servicio pueden exponer originales soluciones arquitectónicas. Un interesante ejemplo es la impactante
Central Hidroeléctrica de Kempten, que es prácticamente una escultura.
Esta original obra, diseñada por el despacho de arquitectura
Becker Architekten, está ubicada en el río Iller, un afluente del Danubio, y fue inspirada en el movimiento del agua y la erosión que éste genera sobre las rocas del río.
Formas suaves que suben, bajan, entran y salen, hacen que esta estructura parezca una enorme ola. El proyecto incluye también un paso peatonal y un camino para ciclistas, elementos que ayudan a la integración de la Nueva Central al paisaje.
El 1111 Lincoln Road, un estacionamiento diseñado por los arquitectos de origen suizo Herzog & de Meuron, es otro ejemplo de arquitectura de servicio, al que incluso, en algunas publicaciones, han calificado como “sexy”.
Este
edificio, ubicado en la ciudad de Miami, forma parte de un proyecto que incluye once locales comerciales, cuatro restaurantes y un área de vivienda residencial, pero el estacionamiento es la pieza más atractiva del conjunto.
Los voladizos, la dirección de las columnas, el juego de alturas entre los diferentes niveles, los sutiles barandales y la iluminación hacen de este edificio, un espacio lúdico y de gran atractivo visual.
Otro ejemplo de que cuando las instalaciones de servicio dejan de verse como obras aburridas y puramente utilitarias pueden transformarse en interesantes motivos arquitectónicos, es el Almacén de agua diseñado por el despacho de arquitectura Berrel Berrel Kräutler.
Este edificio, construido en el año 2008 en Basel, Suiza, cumple puntualmente con sus funciones, a la vez que se levanta como una bella arquitectura.
Este original almacén se integra a su entorno a la vez que da forma a un nuevo espacio, con el que se crea una interesante conexión entre la arquitectura y el paisaje natural, ya que hace parecer que emerge del terreno, al haber sido cubierto de pasto.
La imagen de esta estructura, si bien, es sencilla, muestra una arquitectura impecable de trazos rectos y limpios.
Brugwachtershuis, es otra estructura de servicio que expone una interesante solución arquitectónica. Esta estructura, diseñada por la firma de arquitectura holandesa BAR, sirve para proteger el transformador eléctrico, del puente que une el centro de Middelburg, Holanda, con la periferia.
La Brugwachtershuis fue diseñada como una pieza que se incorpora a la estructura existente: un puente que se usa solamente seis veces al año.
Los creadores del proyecto buscaron no hacer referencia al puente, sino manifestar una relación con él, el resultado fue una estructura verde y cristalina que se integra muy bien al paisaje acuático.
Aunque la estructura Brugwachtershuis expone una arquitectura de imagen industrial, también deja ver una solución muy bien estudiada desde el punto de vista formal.
Brugwachtershuis. Middelburg, Holanda. BAR.
Mirar la arquitectura de servicio con ojo estético es parte del trabajo que realizan los arquitectos del despacho
Zecc Architecture, quienes en diversas ocasiones han reciclado y adaptado antiguas instalaciones de servicio para transformarlas en espacios habitables.
Uno de estos proyectos es un Tanque de agua construido en el año de 1931 en Soest, Holanda, que transformaran en un contemporáneo edificio de departamentos de nueve pisos.
Las características de esta estructura implicaron varios desafíos al resolver el proyecto, sobre todo a la hora de distribuir e iluminar los espacios al interior.
Para resolver la entrada de luz natural, los arquitectos hicieron una larga incisión a lo largo de los tres primeros niveles de la estructura, espacio donde posteriormente colocaron una larga ventana que se integra bien a la arquitectura de la torre original.
Las diferentes habitaciones y servicios de los departamentos corresponden a la forma del tanque y la relación entre los diferentes espacios fue determinada por las escaleras, que suben hasta una terraza que permite disfrutar del frondoso paisaje que se encuentra alrededor.
El diseño interior, sobrio y elegante, contrasta con la arquitectura original, a la vez que enfatiza la belleza de la estructura original.
Departamentos a partir de un tanque de agua. Soest, Holanda. ZECC Architecture.
Las obras antes mencionadas demuestran que la buena arquitectura puede surgir de todo tipo de proyectos, siempre que el arquitecto tenga la creatividad, la sensibilidad, y sobre todo, la disposición para hacerlo.
Agregar un comentario
<< Artículo Anterior
Siguiente Artículo >>