The Competition, un reality con arquitectos famosos
The Competition; un documental, protagonizado por arquitectos como: Norman Foster, Frank Gehry, Zaha Hadid, Jean Nouvel y Dominique Perrault, el cual trata sobre una competencia de diseño en el año 2009.
La vergüenza más grande de un arquitecto es que esta es la profesión de los gritones.
Una cultura de crueldad casual, sobre todo a expensas de internos mal pagados y sobrecargados de trabajo, en cuya reciente educación y experiencia técnica depende el mantenimiento de cualquier firma vanguardista; esto no es algo difícil de encontrar detrás de las escenas arquitectónicas.
Algunos de estos sucesos violentos ocurren cuando las almas ansiosas y artísticas de aquellos que están atraídos a la arquitectura; se encuentran en el tope de los organigramas, lidiando con dilemas de administración para los que no fueron preparados educativamente ni socialmente.
Algunos de ellos pueden ser acosados por miembros de grupos masculinos, ya sea para reafirmar su posición superior hacia un nerd potencial, la burla homofóbica a aquellos que dibujan en silencio edificios imaginarios, o por los directores que se recuperan a expensas de su personal debido a la perdida de prestigio que sienten después de encontrarse con clientes encantadores cuyo poder económico es cada vez más que el de ellos.
Y algunos de estos casos pueden ser reflejados por los ciclos de abuso incrustados en los ritos de iniciación a la educación arquitectónica, como antes se hacía en convenciones del siglo diecinueve; pruebas de resistencia física que duran toda una noche, y análisis de galerías de fotos ligeramente sadomasoquistas.
Mucho más de esta vergüenza se puede observar en
The Competition; un
documental dirigido por el arquitecto español Angel Borrego Cubero, protagonizado por arquitectos famosos como: Norman Foster, Frank Gehry, Zaha Hadid, Jean Nouvel y Dominique Perrault, el cual trata sobre una competencia de diseño minimalista de un museo nacional para el pequeño país de Andorra en el año 2009.
Los concursos de arquitectura de naturaleza abierta o anónima, en los que la excelencia visible de cualquier entrada solo podría dar salto a realizar una construcción; representa los ideales más altos de la profesión.
Esta película documenta el otro tipo de competición: invitante, limitado, sociable, y por lo tanto; potencialmente corrupto y corrompedor. Una condición aparente en la última ronda del concurso era la participación de los arquitectos en la película; el único indicio de autocomplacencia en esta producción comedida (sin comentaristas, narración y música) es un preámbulo del retiro de Foster tras este largometraje.
Hadid y gran parte de sus oficinas quedaron fuera de la pantalla. Los otros arquitectos, al menos los que filmaron, editaron o rodaron la producción; dado a pronunciamientos extraños y pretenciosos fueron petulantes con sus empleados, mientras que fueron exigentes y obsequiosos con sus clientes potenciales.
El aspecto emocional de la película (la cual muestra las reuniones y sesiones nocturnas de cada una de las oficinas mientras luchan contra el reloj debido a la competencia, y concluye con la presentación de cada equipo ante el jurado de Andorra) es la disputa entre Jean Nouvel y un empleado identificado como Gaston; cuya gala debuta tras la heroica e irónica pronunciación de su título "Jefe de proyeeeecto" que captura exquisitamente su responsabilidad y desempoderamiento simultáneamente; esto por si solo vale el precio de admisión.
Nouvel, cuyo parecido carismático a tales villanos
cinematográficos como Ernst Blofeld y el Doctor malito es por ahora asunto de interés. Él hace una entrada apropiadamente épica; mostrando sólo su silueta en sombrero y capa, y diciendole a Gaston todas las deficiencias de los diseños conceptuales. Él dice: "No sé lo que quiero, pero tampoco esto está funcionando" evitando hacer contacto visual con sus oyentes que no pueden lograr decir ni una palabra. "Esto no tiene sentido... Esto es absolutamente ridículo... Es inútil hacer tantos diseños si esto no va a funcionar... ¡Maldición! caven algunos agujeros"
A lo mejor The Competition puede volverse un tipo de capsula del tiempo; documentando como la cultura se vuelve cada vez más obsoleta debido a las firmas emergentes de hoy en día...
Los agujeros en cuestión; se vuelven aberturas sutiles en la fachada del diseño eventual, una bella y pequeña torre, melancólica y luminosa, con un interior cristalino y techo articulado. Un empleado lo describe como: "Un Zamthor con un Gehry encima," evidenciando que entre los omnipresentes modelos de espuma azul, inevitables bolígrafos Pentel de punta de fieltro e Imágenes 3D Rhino renderizadas; hay una capacidad entrañable de que los arquitectos admiren a otros arquitectos, y también existe en ellos la capacidad de amar las construcciones.
Los concursantes fueron revelados como admiradores. En cuanto a Gehry; su actitud hacia sus empleados es más alegre pero más deficiente, así como la actitud de Novel hacia los suyos; él cual trata de enfocar colectivamente la voluntad de su muy a menudo ausente director. "Quizá sea una idea alocada" es lo que Gehry señala a su equipo mientras desarrollan su propio diseño, a la vez que incrusta curiosamente unas galerías cuadradas en una burbuja de aluminio aireado. "me tengo que ir."
Los modales de Gehry estuvieron ausentes en un momento memorable del programa, con un helado "¡Espera!" que le grita a alguien que pierde una pieza importante durante la caótica presentación del jurado.
El diseño emergente con más "me gusta" en The Competition, quizá no elegido por coincidencia, este lo realizó una firma que parece tener relativamente un lugar de trabajo apacible: una propuesta del equipo de Perrault, un rascacielos miniatura con aspecto urbano que se ramifica hacia arriba y fuera como un árbol. Pero los diseños la verdad no son; para bien o para mal, el punto de esta película. A lo mejor The Competition se ha convertido un tipo de cápsula del tiempo, documentando como la cultura se vuelve cada vez más obsoleta debido a las firmas emergentes de hoy en día, cuyos hábitos de colaboración interdisciplinaria con más profesionales ilustrados; conjunto al enfoque de herramientas e información de código abierto; ofrecen una alternativa prometedora.
Y especialmente debido a firmas más populares como SHoP y oficinas de investigación arquitectónica, quienes han logrando un puesto en el liderazgo de la profesión de arquitectura americana con un énfasis en la cultura de oficina; aprendizaje institucional impulsado por la investigación; conciencia de tutoría; y capacidad de escalabilidad tanto en el proceso como en el diseño, para que de esta manera se incrementa simultáneamente la creatividad y la calma
Nadie realmente gana en The Competition. Poco después de la presentación del jurado, el nuevo museo putativo fue cancelado después de que sus patrones de diseños fueron rechazados por la oficina. Y entonces, al mostrarse el abrupto fin de la película con algunos textos en pantalla; después de que esta película fue realizada con una narrativa truncada, se termina la película con el rostro de Nouvel desapareciéndose poco a poco, y a la vez; él le da la espalda a su turno en la postpresentación mientras sonríe y le da un apretón de manos al jurado.
La única victoria real de la película "fugaz, moral y magnifica" es el enfoque a una diseñadora que encuentra un instrumento para que Gaston lo chequee, en el momento cuando él parece estar apunto de desmayarse por la agitación a la que había estado expuesto anteriormente. Él dice: "por favor no se ponga nerviosa por mí" ella interrumpe a su jefe y dice educadamente pero con autoridad: "estoy tratando de hacer lo mejor que puedo." él contesta suavemente: "si", y después de tomar aire dice "lo sé."
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