Conoce cómo comunica el color en la arquitectura
Descubre el comportamiento y el significado de cada color, para su posterior aplicación en la arquitectura sustentable.
El color forma parte de nuestro mundo, tanto en el entorno natural como en el creado por el hombre.
Por sus características, el color nos influye psicológicamente, nos ayuda a comunicar alguna idea. Los objetivos del color en un espacio arquitectónico no se relegan solo a la decoración.
Es bastante nombrada la teoría del color, la cual proporciona una imagen para entender el comportamiento y significado de los
colores.
La escala cromática puede proporcionar un entendimiento de los colores primarios y sus opuestos como formas acertadas de diálogo.
Imagen 1. Interior Biósfera de Richard Buckminster Fuller. Montreal, Canadá.
Los colores pueden ser categorizados por las estaciones.
En invierno: gris, blanco, celeste claro, entre otros similares. En otoño: oro, terracota, verde seco, marrón claro, amarillo.
En verano: los colores brillantes. En primavera: los colores pastel.
Estos colores se distinguen, a la vez, de a cuerdo a la sensación que cada uno proporciona. Cálidos o fríos. Los cálidos: rojos, marrones, amarillos y naranjas. Los fríos: azules, grises, celestes o blancos.
Si observamos las pinturas del último período de Mark Rothko en su etapa de expresionismo abstracto, podemos ver una abstracción de formas y colores.
Las obras pueden asemejarse a paisajes simplificados. Podríamos ver un paisaje simplificado en un día soleado y frío de otoño o una noche gélida en un valle nevado por ejemplo. (Imagen 2)
Imagen 2. a. Naranja y Amarillo. Mark Rothko. b. Azul, Verde y Marrón. Mark Rothko.
Observando los colores de nuestro alrededor podemos construir una paleta de colores y recrear un paisaje abstracto también.
Si nos trasladamos a la ciudad de Mendoza vemos que especies vegetales y sus colores son diferentes a los de la precordillera, incluso los del piedemonte. Claro, la condición de ciudad oasis da cuenta de una situación y condición diferente.
La ciudad oasis es un lugar que originariamente fue un desierto, el cual, debido a operaciones de ingeniería posibilitaron la existencia de agua, generaron un nuevo ambiente. Con nuevas condiciones que permiten el desarrollo de la vida y confort del hombre.
Podríamos hacer un paralelismo entre la ciudad oasis y la biósfera de Buckminster Fuller en Montreal.
El arquitecto considera una estrecha relación entre la sociedad, la tecnología y el medio ambiente. La creación de un elemento arquitectónico, en el cual se pueden resolver todos sus componentes de forma íntegra y austera en un solo gesto.
Un edificio capaz de crear un ambiente interior diferenciado. (Imagen 1)
La biósfera con su estructura modular de 76 metros de diámetro es finita al igual que la ciudad oasis. Las ciudades son dinámicas, con un crecimiento y evolución continua.
La disponibilidad de espacios de crecimiento a nuevas áreas es limitada a estructuras existentes en la ciudad y a su geografía.
La expansión horizontal indefinida en el terreno es insostenible: en términos de disponibilidad de recursos, accesibilidad, infraestructura y territorio.
La ciudad oasis con su condición única y particular establece una relación continua con el piedemonte. El cual constituye un ecosistema diferente y más frágil. El avance descuidado deteriora el ecosistema y la condición amortiguadora.
La geomorfología como sostén o base de todos los elementos del medio, juega un rol importante en la detección de sitios favorables para el asentamiento humano.
Los colores en la naturaleza y la geografía son indicadores bastante lógicos y sabios.
Nos dan pistas a la hora de intervenir. La paleta de colores en la vegetación y el paisaje en el que nos encontramos nos hablan: sobre condiciones ambientales, requerimiento hídrico, materiales y recursos, entre otros. (Imagen 3).
Imagen 3. Confrontación. Piedemonte - Ciudad. Elaboración Propia.
Mirar de un modo integral en base a lo que nos rodea, entender en qué lugar nos encontramos y cómo actuamos. Si las condiciones son diferentes, las respuestas deberían ser diferentes.
Es importante entender dónde estamos posicionados geográficamente y ser capaces de desarrollar una continuidad y coherencia, dentro de un sistema de acciones conjuntas.
Por Arq. Florencia Oña
Algunos ejemplos sobre colores y lo que transmiten
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El
amarillo pastel da la impresión de soleado, amigable y suave. El mensaje en el espacio interior es estimulante, brillante, acogedor.
Rojo es excitante, apasionado, provocativo, ardiente, agresivo. El mensaje en el interior es agresivo, dominante.
El
verde es equilibrado, natural, tranquilo con el mensaje de simplicidad, seguridad y equilibrio.
El
blanco se expresa algo abierto, vasto, neutral, estéril. El mensaje es pureza, esterilidad, vacío, indecisión.
Obviamente, este es un ejemplo muy pequeño ya que todos los colores cambian su carácter cuando se modifican en su
factor de luminosidad (claro a oscuro) y saturación.
Los arquitectos del despacho
TMD Studio han analizado las características de los colores y cómo sus aplicaciones en determinadas superficies puede influir en el comportamiento de los usuarios.
Por ejemplo, en cuanto al color
rojo, si se aplica en un techo o plafón, creará una atmósfera intrusiva, perturbadora y pesada; en paredes, la sensación será agresiva, propiciando que la gente avance. En pisos, el rojo generará estados de alerta.
El
naranja, por su parte, “tiene muy pocas asociaciones negativas”.
Un techo color naranja se vuelve estimulante, a la búsqueda de atención. Usado en paredes, creará un ambiente cálido y luminoso; en pisos, activará el movimiento.
El color
amarillo, según TDM Studio, “cuando es puro, es el más feliz de todos los colores. Irradia calidez, alegría e inspiración y significa iluminación y comunicación”.
Si se usa en techos creará una atmósfera ligera, más luminosa y estimulante; hará las paredes “más cálidas, excitantes a irritantes (altamente saturadas)”; en pisos, crea entornos más “elevados” y “divertidos”.
El
azul “parece ser transparente, húmedo, fresco y relajante. Frente al rojo, el azul disminuirá la presión arterial y la frecuencia del pulso de una persona”.
Al usarse en techos: el ambiente será un tanto frío, si el tono es ligero, pero puede convertirse en pesado y opresivo si se aplica uno más oscuro.
Las paredes se vuelven más frescas y distantes (si son claras); si son oscuras, alentadoras y profundizan el espacio.
En pisos, el color azul “inspira al movimiento sin esfuerzo (si es ligero), o sustancial (si es oscuro).
En cuanto al color
rosa, según los arquitectos antes citados, “debe manejarse con cuidado. Generalmente se considera femenino, pero depende mucho del matiz utilizado”.
Un techo rosa será delicado, reconfortante. Las paredes, inhibidoras de agresión, íntimas, demasiado dulces si no están atenuadas. Un suelo rosa será “demasiado delicado”, por eso es infrecuente.
Gracias a estos análisis, el uso del color puede acentuar las características de un proyecto en beneficio de los usuarios, creando ambientes más equilibrados y que propicien gratas experiencias según sea su uso.
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