La primera casa de Richard Rogers
Todos los arquitectos recuerdan su primera casa. También Richard Rogers, quien en esta vivienda para sus padres experimentó con materiales industriales que usaría después en sus grandes proyectos.
La casa, conocida como
22 Parkside, fue encargada por los padres de
Richard Rogers. Se encuentra dentro de una trama urbana arbolada larga y estrecha, frente a Wimbledon Common en el suroeste de Londres y junto a una carretera principal.
La vivienda se construyó en 1960.
Rogers describe la casa como "un tubo transparente con muros de contención sólidos".
Se diseñó para proporcionar la máxima privacidad y aislamiento. Consta de dos elementos separados que se enfrentan a un patio interior de jardín.
En el primer volumen está el estudio de cerámica que actúa como una barrera de sonido entre la casa y la carretera.
Las paredes son paneles compuestos de aluminio revestidos de plástico con núcleo de espuma y un sistema de unión de neopreno.
La flexibilidad era una prioridad alta, por lo que es posible agrandar o achicar los espacios interiores .
Recientemente la casa fue restaurada por el arquitecto Philip Gumuchdjian y el arquitecto paisajista Todd Longstaffe-Gowan.
Tras ser habitada por los padres del arquitecto, la casa fue donada a la Escuela de Diseño de Harvard (GSD) en 2015, para garantizar su uso como residencia.
22 Parkside sirve como residencia para los estudiantes que reciben la beca Richard Rogers, enfocada en investigaciones que aborden futuros urbanos alternativos y sostenibles.
“Parkside no es solo una máquina de vida icónica y flexible, ni simplemente un edificio experimental histórico que predijo el futuro trabajo del arquitecto; también era un hogar con un recuerdo único, pátina y aura", explica Philip Gumuchdjian, que trabajó con Richard Rogers en la década de 1980.
"Conservar estas cualidades dentro de un edificio del siglo XXI totalmente reformado y adaptado al nuevo uso de Harvard fue nuestro objetivo y esperamos que el trabajo del equipo sea un logro".
"Parkside es una obra de arte total, donde la casa, los jardines y los interiores se concibieron en conjunto para formar un todo unificado", dice el arquitecto paisajista Todd Longstaffe-Gowan.
"El ritmo alternante de los pabellones y las canchas de jardín contribuyen considerablemente a la sorprendente teatralidad y luminosidad del conjunto; las habitaciones al aire libre son a la vez ilimitadas y envolventes. nuestro objetivo ha sido restaurar el equilibrio original de la composición de los años 60 para reflejar mejor las intenciones originales del arquitecto y recuperar la riqueza, el ritmo y las texturas del paisaje que le dan a Parkside su particular encanto".
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