Casa Sáez Moreira. José Sáez
La obra del arquitecto de origen español José Sáez se caracteriza por combinar de manera equilibrada la exploración del diseño con el respeto a la memoria construida de la ciudad. Un interesante ejemplo es la Casa Sáez Moreira, galardonada con el premio Patrimonio a la Restauración Arquitectónica en el Centro Histórico de Quito en el año 2005.
El proyecto parte de la premisa de respetar los valores de lo previo sin renunciar a una actuación desde el presente. En la
casa, la austeridad y sencillez de la construcción original se potencian; la desnudez, como idea rectora, vincula lo antiguo con lo nuevo.
Los muros muestran su grosor en las ventanas tratadas como huecos, con un simple cristal que se desliza. En las puertas sin marcos, sin bisagras, rectángulos de madera que respetan al abrirse la integridad del muro recortado. Armarios, aseos, estanterías, luces, se resuelven como perforaciones en las paredes gruesas, en una composición abstracta de agujeros.
El sol se introduce en los interiores proyectándose en las paredes desnudas, a través de cristales en el techo que consiguen también una rehabilitación térmica del edificio, elevando su temperatura. La condición masiva de los muros se encarga de la acumulación y regulación del calor.
Grosor y desnudez se vinculan también con el tipo de vida que se busca: regeneración, descanso, recarga, vacío, esencia, significación, intensidad, encuentro. En la zona de integración, los espacios se conectan entre ellos sin puertas, generando largas visuales diagonales y enfatizando la profundidad de la vivienda. En la escalera que separa lo social de los espacios privados, el sol sobre la textura excavada del adobe remarca la transición hacia lo íntimo: estrecharse, subir, salir a la luz y volver a entrar. La escalera llega y sale del mismo lado, se enrosca, evita la mirada, enfatiza el grosor protector y el misterio. El dormitorio principal es una caja selectiva que separa el mundo exterior del espacio de la pareja: cama y tina, cuerpo y sueño.
No permite la casa ser habitada con la asepsia de una vivienda convencional, sino que aporta condiciones de ambigüedad, mezcla, fricción, roce. El roce con la naturaleza en la permanente utilización de los espacios exteriores como elementos de distribución y de paso, donde la lluvia, el sol o el viento forman parte de la experiencia cotidiana. El roce entre los usuarios a través de los espacios concatenados, de la ausencia de pasillos que privaticen las estancias.
El roce de los usos, con continuidades espaciales en funciones normalmente segregadas, como el aseo incorporado al dormitorio, la gran tina que puede ser parte de lo íntimo o del espacio familiar. El roce de las épocas y la superposición de tiempos: arqueología secreta de la casa en el antiguo sótano-horno ahora abierto hacia la sala, sin más función que la de mostrar la presencia de un pasado perdido, de engrosar la dimensión temporal de la casa.
Proyecto:
Casa Sáez Moreira
Arquitecto:
José Sáez
Ubicación:
Quito,
Ecuador
José Sáez
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