La Sagrada Familia... ¿es de Gaudí?
Cuando un arquitecto se muere y deja una obra a medias, ¿se debe terminar aunque no se cuente con toda la información y se improvise durante el proceso? Algo parecido sucede en la obra maestra de Antoni Gaudí: la Sagrada Familia.
El Templo expiatorio de la
Sagrada Familia, el emblema de la ciudad de Barcelona, sigue envuelto en una vieja polémica: ¿debería terminarse la construcción o dejarse como está porque
Gaudí no está ahí para dirigir su obra maestra?
¿La autoría sigue siendo de Gaudí cuando más personas han tomado decisiones respecto del futuro de esta obra?
El 7 de junio de 1926 un tranvía atropelló a Antoni Gaudí, quien se había convertido en un anciano que inmerso y obsesionado con terminar el proyecto de su vida, vivía de prestado, en casas prestadas, pensando todo el tiempo cómo conseguir más dinero y acelerar las obras de la catedral.
Iba tan mal vestido aquella mañana, que los transeúntes que se acercaron a ver el accidente pensaron que Gaudí era un mendigo.
Al morir, Gaudí no dejó demasiado planos como para que sus colaboradores continuaran las obras, mucho menos los constructores contemporáneos, quienes para no hacer más difíciles las cosas cambiaron la piedra por concreto, acción que desató la ira de ciertos sectores catalanes.
De acuerdo con el periódico español La verdad, las discusiones sobre el futuro de la Sagrada Familia involucran a toda la sociedad catalana, incluyendo a los políticos.
Daniel Mòdol, arquitecto y concejal de Urbanismo de Barcelona, dijo en una acalorada discusión: “Yo no estoy en contra de Gaudí, lo que está en contra de Gaudí es hacer esa mona de Pascua”.
El debate se centra en que al no haber planos, ese proyecto ya no es de Gaudí, ni puede ser fiel a sus ideas.
En 1965, figuras como Le Corbusier,
Ricardo Bofill, Joan Miró y Camilo José Cela enviaron una carta al director del periódico La Vanguardia en la que expresaron que “a nadie se le ocurriría terminar un cuadro o una escultura pero ¿se puede terminar un edificio sin el arquitecto que lo concibió? Sin él la obra queda falseada y disminuida.
Nadie que respete la obra gaudiana puede colaborar a esta mixtificación”.
(La fachada de La Pasión)
Hiroya Tanaka, uno de los expertos en la obra de Gaudí a nivel mundial, considera que “si la consideramos como una obra de Gaudí, esta terminó el mismo día de su muerte”.
Y es que Gaudí no le prestaba demasiado importancia y atención a los planos, por lo que las obras se han guiado gracias a las maquetas escala 1:10 que aún se conservan y que sobrevivieron a la Guerra Civil. Sin embargo, esas maquetas alguna vez fueron “restauradas”.
Oriol Bohigas, uno de los arquitectos catalanes más activos y famosos, ha declarado en múltiples ocasiones su rechazo a las obras de esta iglesia al decir que “la finalización de la iglesia convierte a Barcelona, al menos en términos arquitectónicos, en la ciudad más reaccionaria de Europa".
Desde 1951 no ha dejado de criticar las obras, afirmando que es una “pobre imitación de Gaudí”.
Su socio, el británico David Mackay, está en sintonía con su socio:
"Es dudoso que pueda continuar el trabajo después de tanto tiempo y afirmar que es el edificio de Gaudí. Es, en el mejor de los casos, una interpretación o una versión de tamaño completo del modelo".
Por el contrario, el arquitecto Jordi Bonet, dice :
"Los deseos de Gaudí son muy claros: continuar la construcción de la basílica, que se está llevando a cabo con la mayor fidelidad a sus ideas. Él siempre habló de sus sucesores, otorgándoles la licencia interpretativa necesaria. Las naves, los techos, las columnas, las bóvedas del techo son exactamente como las modeló y siguen las pautas geométricas y las reglas estructurales que Gaudí estableció, lo que nos permite construir exactamente como se estableció en el proyecto".
Lo cierto es que no existen planos de la Sagrada Familia, sólo algunos bocetos de Gaudí que sobrevivieron al incendio provocado por anarquistas durante la Guerra Civil.
Otros problemas detectados por las autoridades de la ciudad, y que no serán resueltos ya, tuvieron que ver con algunas columnas de la fachada de la Gloria, sobre la calle Mallorca.
Al ser retirado un tapial, se descubrió que 8 columnas invadían la acera entre 20 y 50 centímetros, violado el límite del terreno del templo. Lo mismo pasó con la capilla de la Assumpta, sobre la calle de Provença, cuyas columnas sobresalen 30 centímetros respecto del lindero oficial.
Fuente: https://elpais.com/cultura/2018/09/20/actualidad/1537468705_154479.html
A pesar de su religiosidad, Gaudí no siempre respetó los códigos de construcción ni mucho menos los límites de los terrenos para sus obras.
Es bien sabido que La Pedrera fue clausurada por invadir la calle con una columna, y por no respetar la altura establecida.
A pesar de ello, Gaudí siempre se impuso a la burocracia del ayuntamiento.
La Sagrada Familia será completada hacia 2026, justo a tiempo para conmemorar los cien años de la muerte de Gaudí, ocurrida el 10 de junio de 1926, tres días después de su desafortunado accidente.
Con información de The Guardian y El Mundo.
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