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10 edificios Pritzker en España

Si algo caracteriza a los ganadores del Premio Pritzker, además de su calidad como arquitectos, es que construyen prácticamente en todas partes del mundo. España es una muestra de ello.
10 edificios Pritzker en España España es una país diverso, con una fuerte tradición histórica y arquitectónica.

Sin duda, la organización de las Olimpiadas de Barcelona en 1992 colocó a España bajo los reflectores, pues además de impulsar la construcción de las instalaciones deportivas, incluyendo trabajos de Arata Isozaki y Santiaga Calatrava, mostró un país moderno, con una clase media en crecimiento.

El Museo Guggenheim de Bilbao, obra de Frank Gehry marcó otro hito en la historia arquitectónica de España, pues se convirtió en un icono y en un imán que atrajo turistas de todas partes del mundo.

Por ello, revisemos los siguientes 10 edificios, obras de arquitectos que han ganado el Premio Pritzker.

Torres de la Puerta de Europa o "Torres Kio", Madrid, 1996



El arquitecto que hizo famosos los lentes redondos, Philip Johnson, fue el primero en recibir el Premio Pritzker en 1979.

Ubicadas en pleno Paseo de la Castellana, la avenida más importante de Madrid, este edificio doble enmarca este eje vial.

Diseñadas junto con el arquitecto John Burgee, estas torres se inclinan 15 grados, una hazaña de la ingeniería tomando en cuenta que ambas miden 115 metros de alto.

Hotel Marqués de Riscal en Elciego, 2006



Para no hablar solo del Guggenheim, Frank Gehry transformó una vieja bodegas de vino en un espectáculo de placas de acero que se desdoblan.

Gehry aceptó el reto de este proyecto, pues era la primera vez que diseñaba una bodega para vinos. Por ello, el arquitecto de origen canadiense tomó los colores distintivos del Marqués de Riscal para darle mayor relevancia al edificio: rosa, oro y plata.

Una obra muy en la tradición del Premio Pritzker 1989.

Pabellón del Vino López De Heredia, Hora, 2006



En España se puso de moda encargar el diseño de bodegas de vino a grandes arquitectos, sobre todo ganadores del Premio Pritzker.

Es el caso de Zaha Hadid, contratada por R. López de Heredia, para modernizar el pabellón de exhibición.

El resultado es una estructura sencilla que parece imitar el perfil de un matraz, y que contrasta con la antigua sala de exhibición, construida de maderas finas en estilo neoclásico.

Zaha Hadid fue la primera mujer en ganar el Premio Pritzker 2004.

Torre Agbar, Barcelona, ​​2005



El francés Jean Nouvel, Premio Pritzker 2008, diseñó este rascacielos de 14 metros de altura en la Plaza de las Glorias Catalanes.

Según Nouvel, "este no es un rascacielos en el sentido estadounidense de la expresión. Es un desarrollo único en el medio de esta ciudad tranquila. Pero no es la verticalidad delgada y nerviosa de las torres y campanarios que a menudo salpicaban las ciudades horizontales. Es, en cambio, una masa fluida que se ha hundido en el suelo, un géiser bajo presión permanente calculada”

Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, ​​1995



Richard Meier, el arquitecto de los edificios blancos, es el Premio Pritzker 1984.

Construido en el barrio gótico de Barcelona, el museo se pensó como una manera de reestructurar esta zona de la ciudad condal.

La entrada es vestíbulo cilíndrico, iluminado desde arriba, que conduce a una sala de rampa acristalada de triple altura que da a la Plaça dels Àngels.

Vidrio, concreto blanco y acero crean un contraste único en la parte más antigua de Barcelona.

Ayuntamiento de Murcia en la Plaza Cardenal Belluga, 1998



Rafael Moneo, Premio Pritzker 1996, creó este edificio en un contexto complejo, con una catedral del siglo XVIII y una plaza intervenida que había perdido su estructura urbana.

Así, la fachada principal establece un diálogo con la portada del templo, incluso enmarcando la torre y la portada, conservando una sola altura y reiterando una serie de elementos presentes en la catedral.

El edificio de Moneo reconstituye la plaza mediante un remetimiento. El acceso al ayuntamiento se da por las calles secundarias.

Torre Cepsa, Madrid, 2008



Norman Foster, Premio Pritzker 1999, es un rascacielos de 250 metros y 55 niveles, sede de Caja Madrid. Aquí laboran 3,600 empleados.

Según Foster, “en términos de composición, el edificio puede contemplarse como un arco alto, en el que los núcleos de servicio y circulación enmarcan las plantas de oficinas. En la planta baja, un atrio acristalado de 22 metros de altura marca la transición desde la calle y acomoda un auditorio de muros de vidrio «flotante» situado en una entreplanta. En lo alto del edificio, un hueco debajo de la sección más alta del «portal» alberga las turbinas de viento, que aportan al edificio una proporción importante de la energía eléctrica consumida”.

Domus la Casa del Hombre, A Coruña, 1995



Arata Isozaki, Premio Pritzker 2019, cuenta con varias obras en España, uno de ellos es este museo de ciencias.

Con una fachada cubierta de 6,600 tejas de pizarra, el museo se asoma hacia la playa de Riazor, en una zona de construcciones bajas y anodinas.

La fachada principal semeja a una ola, y marca la diferencia con la otra, una sucesión de volúmenes.

Prácticamente toda la iluminación del museo es cenital.

Sede de BBVA, Madrid, 2015



Jacques Herzog y Pierre de Meuron, Premio Pritzker 2001, diseñaron este complejo de 114,000 metros cuadrados.

Son 19 niveles que dan forma a uno de los edificios más modernos de Madrid.

El complejo cuenta con un anillo peatonal que da vuelta a la plaza circular que rodea el edificio. Además, en los alrededores hay patios, acequias y jardines.

En total, aquí laboran más de 6,000 personas, en un esquema de planta abierta, sin oficinas privadas.

Centro de Arte Botín, Santander, 2017



Renzo Piano, Premio Pritzker 1998, es uno de los arquitectos más activos de la actualidad.

El Centro Botín es un espacio para el arte, la cultura y las diversas actividades de la Fundación Botín. Con una superficie total de 9,000 metros cuadrados, el edificio consta de dos volúmenes de diferentes tamaños soportados en columnas y suspendidos parcialmente en el mar.

Cuenta con un anfiteatro al aire libre para 2,000 personas. El centro está organizado en dos partes, un ala oeste y un ala este, unidas por una pasarela elevada que culmina en una plataforma en voladizo sobre el mar.

El ala oeste del edificio es un espacio de exhibición de 2,500 metros cuadrados y 5 metros de altura. El ala este tiene capacidad para un auditorio convertible de 7.5 metros de altura y 300 asientos.

Esta muestra nos permite ver cómo en España se concentra el trabajo de los arquitectos más destacados del mundo, aquellos que han sido galardonados con el Premio Pritzker.

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Lista de comentarios

0 de 4 de los participantes encontró que el siguiente comentario es útil:
Arquitectos Zaragoza , 2020-02-23
Comentarios por: Arquitecto
Arquitectos Zaragoza
 
Excelente artículo.
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