Casa contemporánea en medio de la selva cuyas formas no se imponen, se adaptan a la naturaleza
“Esta casa denominada como “Stamp House”, diseñada por el despacho australiano Charles Wright Architects es una muestra de que una arquitectura contemporánea aún cuando exhiba complejos juegos formales, si está bien proyectada no se impone a su contexto, por el contrario, puede sumarse a la belleza de la naturaleza.”
Desde hace poco más de una década una nueva conciencia, derivada los cambios climáticos y muchos otros cataclismos producidos por el deterioro del medio ambiente, han generado serie de cambios en el diseño arquitectónico que cada vez con mayor frecuencia echa mano de soluciones “verdes” que tienen como prioridad la adaptación y el cuidado de la naturaleza.
Las edificaciones denominadas como “ecológicas” o “verdes” son desde hace unos años una de las principales tendencias arquitectónicas del siglo XXI, ya que además de que suponen el mejoramiento del medio ambiente a partir del uso de materiales de bajo impacto y el aprovechamiento de las energías naturales, se levantan como una alternativa para construir con menos recursos desde pequeños proyectos de casa habitación hasta arquitecturas civiles de escala media.
Muchas de estas propuestas “verdes” conjugan alta tecnología con soluciones milenarias, ya que aunque en muchos casos son derivadas de las nuevas herramientas digitales -que permiten construir en menos tiempo, de forma más limpia, sin desperdiciar materiales y de forma más segura- e innovadores materiales, miran hacia las soluciones vernáculas que aprovechan al máximo las energías naturales renovables como: la energía eólica o la energía solar, y retomar los sistemas y materiales constructivos primigenios, pues se ha comprobado que éstos son mucho menos agresivos con el medio ambiente o incluso pueden ayudar a regenerarlo.
Para los arquitectos del presente siglo, la creación arquitectónica supone una más estrecha relación con la naturaleza por lo cual establece con mayor frecuencia soluciones derivadas del propio medio ambiente, de ahí que actualmente podamos ver en muchos lugares del mundo proyectos que implican la construcción de estructuras “mutables” que se transforman según las condiciones climáticas del lugar donde se ubican.
El trabajo de los arquitectos está orientado en muchos casos a brindarles a los usuarios nuevos espacios para disfrutar de los elementos de la naturaleza, que presentan una serie de ventajas en favor de la ecología, entre las que destacan: el aprovechamiento de las aguas pluviales; mayor eficiencia energética; beneficios a nivel fisiológico y sicológico e incluso la producción de plantas y vegetales para consumo humano, entre otras. Un interesante ejemplo que expone esta tendencia de la arquitectura contemporánea es la casa denominada como “
Stamp House” diseñada por el despacho australiano
Charles Wright Architects.
La casa, ubicada en un bello paraje situado en el borde de la playa de la selva de Far North Queensland,
Australia, fue diseñada partiendo de la necesidad de construir un edificio de “carbono neutro” que utiliza un ecosistema de ingeniería de agua y que ante todo aspira respetar su entorno.
Aunque en esencia la casa es una estructura “verde” su diseño no cae en los clichés en los que suelen caer este tipo de viviendas que por lo regular exponen una imagen rural o autóctona. Por el contrario, el diseño de la “Stamp House” expone una serie de juegos formales de intrépidas líneas que nos hacen pensar en la casa del futuro.
Para la construcción de la casa se utilizaron dos tipos de concreto: el concreto prefabricado y el concreto fabricado in situ, además de que se utilizaron una serie de paneles solares para configurar la cubierta, lo que ofrece una temperatura ambiental confortable durante prácticamente todo el año.
Un interesante detalle referente al sistema constructivo fue el uso de vigas en voladizo, solución que además de que permitió crear un diseño muy dinámico, protege el interior de la casa contra las posibles inundaciones debido a la alta actividad ciclónica en la zona.
Así es como los arquitectos han creado un edificio que usa una amplia gama de elementos constructivos “ecológicos” como sistemas eficientes de irrigación y reciclaje de aguas pluviales, además de una máxima aplicación de la “energía verde”, resisten a cualquier efecto causado por el brusco clima cambiante en el lugar.
La entrada a la casa está ubicada por encima del nivel del agua y del propio terreno, a ella se accede cruzando un largo puente desde donde los usuarios pueden disfrutar plenamente el paisaje acuático.
En el punto central de la casa se ubica un enorme vestíbulo iluminado cenitalmente y con vistas hacia el paisaje acuático y la selva, solución que hace que la casa esté en contacto permanente con la naturaleza. En torno a este majestuoso vestíbulo se distribuyen los diferentes locales: una gran sala de estar central que a su vez alberga pequeños espacios de reunión, una cocina, un comedor y un gimnasio. Las habitaciones están situadas en los pabellones ubicados a los extremos.
El edificio cuenta con soluciones y detalles para funcionar de manera autosuficiente, por lo que éste se comporta como una red aislada en la que los paneles solares ubicados en la cubierta generan la electricidad, mientras que un sistema de agua de 250.000 litros, permite a los residentes disfrutar de aguas pluviales y aguas grises recicladas.
La solución formal de la casa es aunque dinámica de gran sencillez, ya que una serie de pabellones de planta rectangular dispuestos alrededor de un eje central juegan con los niveles, las alturas, las pendientes de las cubiertas y los vanos, dando como resultado una interesante estructura que parece flotar sobre el agua con lúdicos movimientos.
La casa es el resultado de la exitosa conjunción de dos conceptos que en ocasiones parecen contraponerse: la ingeniería y la estética, conjunción que ha dado como resultado una arquitectura de gran eficiencia y belleza en la que la protagonista principal es la naturaleza, que se introduce prácticamente en todos los espacios de la casa.
La “Stamp House” es una muestra de que una arquitectura contemporánea aún cuando exhiba complejos juegos formales, si está bien proyectada no se impone a su contexto, por el contrario, puede sumarse a la belleza de la naturaleza.
Arquitectos: Charles Wright Architects
Año de la Obra: 2013
Ubicación: Australia
Fotógrafo: Patrick Bingham Hall
Charles Wright Architects
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