A 250 metros de altura, hotel en madera y piedra
En un entorno de 100 hectáreas de bosques, cumbres nevadas y el canal de Beagle, en la Reserva Natural de Cerro Alarkén, se encuentra este hotel & resort internacional, diseñado por Berdichevsky-Cherny Arquitectos en sociedad con Urgell-Penedo-Urgell.
EL
hotel se ubica a 250 metros de altura, sobre el Cerro Pelado, como si se asomara hacia la tierra en el fin del mundo.
Sin 109 habitaciones contenidos en una volumetría compacta, sin aristas que da la impresión de ser una envolvente continua. La geometría del hotel es como una “J”, con “un tratamiento de fachada y techo unificados donde el cobre y la piedra se exponen como únicos materiales legibles”, comentan los autores.
Los vientos y bajas temperaturas del sitio obligaron a los diseñadores a plantear así la forma del hotel, además de controlar las pérdidas de calor y disminuir el consumo de energía debido a la calefacción.
Según la descripción de los arquitectos, “la forma pared-techo ofrece una perspectiva visual que se integra al bosque superior, con curvaturas diseñadas para evitar la acumulación de nieve”.
Se ingresa al hotel mediante un amplio lobby de grandes ventanales, ambientado con hogares a leña y materiales nobles provenientes de distintas regiones, cueros artesanales y maderas aromáticas: palosanto, lapacho e incienso.
“Privilegiamos las vistas orientando a las habitaciones y los sectores comunes en dirección del mar, los valles y cerros, y al Canal de Beagle”.
Por su expresión estructural y estética se usaron cobre y madera como acabados exteriores .
Debido a la altura y las difíciles condiciones de acceso, el tipo de sistema constructivo se eligió desde un punto de vita ecológico.
“La construcción en seco con uso de concreto reducido disminuye el uso de materiales con altas emisiones de gases efecto invernadero, comúnmente conocidos como GEI”, explican los arquitectos.
Los movimientos de tierra fueron mínimos en el terreno por razones ecológicas. Por ello la estructura es de acero ya que permite una mayor flexibilidad, extiende la vida útil del edificio y permitirá futuras ampliaciones.
Por dentro, la paleta de materiales autóctonos se complementó con iluminación led y sistemas de domótica que permiten ahorrar energía.
El hotel & resort cuenta con un auditorio de 1,300 metros cuadrados, para destinado a eventos y convenciones, y albercas distribuidas en un área de 200 metros cuadrados, incluyendo una pileta deportiva de 17 metros y otra in & out con borde infinito.
“El edificio evita cualquier carácter pintoresco. Sin oponerse a la tradición en el uso de los materiales y el espíritu del lugar, se apoya en la simplicidad constructiva y en la decisión del montaje en seco de producción en taller, lo que creó un edificio particular, de fuerte presencia formal, que no genera un corte con el hábitat circundante”, concluyen los diseñadores.
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