Las rutas escénicas de Noruega
Noruega se ha convertido en un centro turístico de gran relevancia a nivel mundial. Para ello han construido una ruta escénica en la zona de los fiordos, donde importantes despachos noruegos e internacionales han creado obras admirables y armoniosas con el contexto.
El proyecto inició a finales de la década de los 90 cuando Noruega comenzó a transformar sus 18 carreteras principales en rutas turísticas para dar a conocer la riqueza natural del país.
Para ello se convocó a concursos para diseñar el equipamiento necesario en cada uno de los sitios: pabellones, plataformas de observación, puentes, restaurantes, hoteles u otras estructuras.
La iniciativa permitió la construcción de 144 proyectos, como el de
Peter Zumthor y
Louise Bourgeois para honrar a las mujeres y hombres acusados de brujería y posteriormente quemados en la hoguera.
Uno de los más imponentes gracias a su diseño y conexión con el sitio, es el
Trollstigen Visitor Centre, del despacho noruego
Reiulf Ramstad Architects (RRA)
Concluido en 2012, el Trollstigen Visitor Centre se encuentra en el valle de Romsdal, al oeste de Noruega, en plena zona de los fiordos, área natural protegida por la UNESCO.
En Geirangerfjord inicia una ruta hacia Trollstigen (“carretera de Trolls”), un camino de once curvas pronunciadas que el rey Haakon VI mandó construir en 1936. Excavadas a mano, las curvas se elevan hasta a 858 metros sobre el nivel del mar y desembocan en una meseta natural con vistas hacia acantilados y cascadas.
El Centro de visitantes es un edificio de dos volúmenes de concreto intersectados, de losas inclinadas que imitan los picos de las montañas circundantes.
El edificio contiene una cafetería, una chimenea para calentarse y un centro de información turística.
Las losas inclinadas cumplen con otras funciones: la más larga funciona como una terraza al aire libre, donde los visitantes, si el tiempo lo permite, pueden comer y tomar café.
La segunda losa es una azotea verde.
Otro edificio con forma de talud corre paralelamente al río Istra y funciona como área de servicios y tiendas de suvenires.
Como casi toda la arquitectura noruega, el Centro de visitantes está pensado para no contaminar ni deteriorar el medio ambiente: el agua se recicla y se reúsa, las aguas negras se manejan con sistemas de vacío, y la electricidad se obtiene mediante generadores de energía.
La visita continúa a través de un sistema de puentes que llevan a los miradores. Respetando la topografía, los puentes se adaptan a la forma de las rocas.
Los miradores permiten contemplar cascadas y montañas. Los materiales usados en su construcción son concreto, placas de acero y vidrio.
Las páginas noruegas de turismo afirman que la experiencia de los fiordos es una interminable sensación de adrenalina. Asomarse al vació desde los miradores de Reiulf Ramstad Architects (RRA) les dan toda la razón.
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