Un proyecto de reciclaje arquitectónico en una pequeña isla de Japón
Los arquitectos del siglo XXI cada vez con mayor frecuencia diseñan pensando en arquitecturas que puedan ser menos agresivas con la naturaleza. Así también, en la actualidad la tendencia de la arquitectura se orienta hacia el reciclaje, no sólo de los materiales de desecho, también de edificios enteros que son transformados en espacios verdes y sustentables
A raíz de la escasez de recursos naturales, la extinción de algunas especies animales y los cambios climáticos producidos por el adelgazamiento de la capa de ozono, el cuidado del medio ambiente se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los arquitectos del siglo XXI, quienes con diversos proyectos se manifiestan en favor de la preservación del entorno natural.
Para llevarlo a cabo, los creadores, cada vez con mayor frecuencia, diseñan arquitecturas bioclimáticas, que son menos agresivas con la naturaleza, haciendo uso de materiales y eco-tecnologías que permiten mejorar la calidad del aire y reducir los agentes contaminantes.
Así también, en la actualidad, también hay una tendencia orientada al
reciclaje que consiste en reutilizar además de los materiales de desecho, las viejas estructuras arquitectónicas para transformarlas en espacios verdes y sustentables.
Un interesante ejemplo de reciclaje arquitectónico es el proyecto denominado como “
Inujima Art Project” que incluye diversos proyectos de arte ambiental orientados a la revitalización de las islas del Mar Interior o “Seto Naikai”, en Japón.
El principal promotor de este proyecto es el magnate Soichiro Fukutake, uno de los hombres más ricos de Japón, presidente de la institución educativa Bensse y uno de los más importantes coleccionistas de arte de aquel país.
Uno de los principales objetivos del Inujima Art Project es la regeneración de una mina de cobre ubicada en una pequeña isla próxima a Japón, para ello Fukutake invitó al arquitecto
Hiroshi Sambuichi1 y el artista conceptual
Yukinori Yanagi(2).
El proyecto de Hiroshi Sambuichi consiste en replantear un degradado complejo, que antiguamente funcionaba como fundidora y que estuvo abandonado por alrededor de ochenta años, para convertirlo en un en un espacio de arte público, cuya arquitectura tiene como principio la sustentabilidad.
Al centro del complejo se ubican la
Galería de la tierra y la Galería del sol, mientras que en un extremo se ubica el Salón de la chimenea, todos ellos proyectados como salas de exposición que reciben solamente a 50 visitantes por día.
La Galería de la tierra es un salón de 80 metros de largo enterrado en el terreno, delimitado por una serie de láminas de metal corrugado de 1/2 pulgada que absorben el calor del sol al mismo tiempo que lo transmiten al resto del edificio, lo que permite mantener siempre una temperatura confortable al interior.
La Galería del sol y el Salón de la chimenea son la principal fuente de energía solar para climatizar al interior del complejo en la temporada de frío a partir de un sistema que se controla simplemente abriendo y cerrando las puertas y ventanas.
También el sistema hidráulico del complejo fue diseñado a partir del principio de sustentabilidad, por lo cual, las aguas residuales se filtran hacia una planta purificadora que las limpia para posteriormente reutilizarlas para el riego de los árboles de naranjos y olivos que conforman las áreas verdes.
Los bloques de piedra derivados de la explotación del cobre, ladrillos, baldosas y muchos otros materiales viejos o de desecho, e incluso el propio paisaje de la mina, fueron reciclados y reutilizados alrededor de todo el complejo.
Alrededor de las galerías del complejo se encuentran diversas instalaciones creadas por el artista visual Yukinori Yanagi, quien se inspiró en la obra del escritor Yukio Mishima3 que protesta en contra de la devastación provocada por la industrialización y propone la recuperación de los valores tradicionales de Japón.
Inujima Art Project además de ser interesante por sus soluciones arquitectónicas, lo es porque sintetiza el reto al que se enfrenta la sociedad del siglo XXI ante los problemas actuales de tratamiento y eliminación de los residuos generados por las actividades del ser humano. En este sentido, el proyecto resulta de gran importancia, ya que promueve además de la cultura del reciclaje, la conciencia de protección del medio ambiente con soluciones inteligentes que bien pueden aplicarse en muchos otros lugares del mundo.
[Images3]
Víctor Patiño.
1. Hiroshi Sambuichi. Arquitecto de origen japonés nacido en el año de 1968. Se graduó en el Departamento de Arquitectura de la Facultad de Ciencia y Tecnología de las Universidad de las Ciencias de Tokio. Al comienzo de su carrera trabajó en el despacho de arquitectura Sinichi Ogawa y Asociados, posteriormente estableció en la ciudad de Hiroshima su propio despacho, Sambuichi Arquitectos, enfocado principalmente al diseño arquitectónico.
2. Yukinori Yanagi. Artista visual nacido en la prefectura de Fukoka Japón en 1959. Es profesor asociado de la facultad de Arte de la Universidad de Hiroshima desde el año 2005. Después de una exposición individual en el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad de Naoshimaen el año de 1992, Yanagi estableció lazos profundos con la zona próxima al Mar Interior y la Isla de Naoshima. Desde 2008 fue invitado a participar en el Inujima Art Project, donde ha colaborado con instalaciones in-situ que hacen referencia a la obra del escritor japonés Yukio Mishima.
3. Yukio Mishima. Escritor de origen japonés nacido en 1925. A la edad de 12, Mishima comenzó a escribir sus primeras historias. Mishima fue un escritor disciplinado y versátil. Escribió novelas, novelas de series populares, relatos, ensayos literarios, teatro Kabuki y versiones modernas de dramas no tradicionales.
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