SI Live, Share, Grow; un modelo de rascacielos huerto para la ciudad de San Francisco
En muchas de las grandes urbes, sobre todo en aquellas que están más densamente pobladas, los sistemas de abastecimiento y distribución de alimentos envuelve un largo proceso en el que participan diferentes agentes económicos: productores, transportistas, acopiadores, empacadores y comerciantes.
El abastecimiento de productos alimenticios, debido al largo proceso que implica, suele ser problemático y costoso por lo cual en algunas ciudades se están buscando nuevas alternativas relacionadas principalmente con la producción de hortalizas al interior de las ciudades. Un ejemplo de ello es el proyecto denominado como “Live, Share, Grow”, que en español se traduce como “Vive, Comparte, Cultiva”. Esta propuesta, diseñada por el arquitecto
Brandon Martella, pretende dar respuesta al problema de abastecimiento alimentario en la ciudad de
San Diego, lugar donde en los últimos años ha habido un aumento del consumo de hortalizas debido a la explosión demográfica.
Si bien el proyecto ha sido creado para la ciudad de San Diego, plantea una solución que podría adaptarse a otros lugares de los Estados Unidos, pues de hecho la reflexión de Brandon Martella deriva del acelerado crecimiento poblacional de aquel país y de las demandas alimentarias que implica este problema.
La propuesta de Brandon Martella es crear una serie de rascacielos/huerto, que además de satisfacer el problema de la vivienda, permitirán mediante soluciones verdes tener superficies verticales cultivables. Con este proyecto, que estará ubicado en una de las zonas más importantes y turísticas de la ciudad, lo que se busca con esta idea es aprovechar al máximo las superficies construidas (fachadas, balcones, patios interiores y azoteas) para generar ciudades sustentables con base en la disposición de huertas inteligentes. Así es como el proyecto como “Live, Share, Grow” pretende ofrecer a la ciudad nuevos espacios para el cultivo de frutas y verduras en barrios residenciales.
Lo interesante del proyecto es que además de resolver el problema de escasez de vegetales, será posible estimular la economía local, ya que los habitantes podrán cultivar alimentos frescos cultivados por ellos mismos, lo que supone un ahorro considerable. La idea es que cada habitante de la ciudad pueda sembrar y cultivar sus alimentos en su propia casa u oficina, a lo largo del año, mediante soluciones verticales e hidropónicas.
Otra de las ventajas que supone la construcción de este rascacielos/huerto es que al aprovechar las superficies construidas como campos de cultivo que por sus características “verdes” puede tener un impacto positivo desde el punto de vista ecológico derivado de que las plantas que habrá a lo largo del edificio serían una importante fuente generadora de oxígeno además de que permitirían un mejor aprovechamiento de las aguas pluviales desde el momento en qué estas se reabsorberían en sus mantos vegetales.
Así también el cultivo de hortalizas permitiría un mayor ahorro energético ya que las masas vegetales disminuyen el uso de equipos de calefacción y clima porque funcionan como aislante térmico. Teniendo en cuenta los puntos anteriores, este rascacielos/huerto puede aportar beneficios mayores al medio ambiente y que ayudaría a aminorar el calentamiento global, purificar el aire y por consiguiente hacer de entorno urbano un lugar más confortable.
Además de los cultivos verticales, el rascacielos/huerto propone otras soluciones medioambientales que incluyen un sistema que recicla basura y aguas residuales para la generación de energía térmica.
En cuanto al diseño de las habitaciones, es importante mencionar que éstas fueron creadas tomando como modelo el edificio residencial ‘Unité d’habitation’ del arquitecto
Le Corbusier en Marsella.
Brandon Martella.
Nació en la ciudad de San Diego, California, Estados Unidos en 1989. Estudió arquitectura en la Nueva Escuela de Arquitectura y Diseño de San Diego.
Sus proyectos, muchos de ellos de carácter experimental, están enfocados a la búsqueda de soluciones verdes y auto sustentables. Sus arquitecturas exponen formas dinámicas y ligeras que juegan con el paisaje que las rodea tanto a nivel visual como constructivo. Para ello un elemento determinante es el patio, que utiliza para conectar el interior con el exterior, para dar mayor amplitud o luminosidad a los espacios interiores o para crear pequeños hábitats naturales que acerquen a los usuarios con la naturaleza y permitan ambientes más confortables.
Una de las características principales de sus arquitecturas es que proponen nuevas formas de adaptación al medio ambiente mediante la inclusión de áreas verdes al interior de los edificios o sobre de ellos, ya que aprovecha los elementos arquitectónicos y espacios como son: las fachadas, los balcones, las ventanas, cubiertas, azoteas etc., para crear áreas ajardinadas y huertos.
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