One Prize, un concurso que tiene como objetivo promover el diseño verde.
El cuidado del medio ambiente es una de las prioridades que tiene el ser humano en el siglo XXI. Después de muchos años de deterioro ecológico, muchos han sido los problemas que se han derivado del mal uso de los recursos naturales y la contaminación, uno de los más graves es el calentamiento global, que ha tenido como consecuencia severos cambios climáticos que han puesto incluso en peligro la vida de personas.
Conscientes de este grave problema, muchos organismos internacionales, profesionales de diferentes ramas de la ciencia y las artes han tomado cartas en el asunto, y han comenzado a desarrollar diversos proyectos que contemplan el reciclaje de desechos, el cuidado de los recursos naturales, el aprovechamiento de las energías naturales y diversas soluciones que tienen por objetivo salvaguardar la vida en la tierra.
En el ámbito del diseño y la arquitectura el diseño verde es la herramienta con que los creadores colaboran en el cuidado de la
ecología.
Esta tendencia “verde” ha generado que los creadores de la arquitectura y diversos organismos alrededor del mundo, propongan cada vez con más frecuencia, además de edificaciones conformadas por tecnologías ahorradoras de energía, reciclaje de agua y materiales de desecho, la creación de ciudades enteras, en las que su traza urbana, edificios y materiales pretenden impactar lo menos posible el entorno e incluso ayudar a regenerar las zonas verdes y restaurar el equilibrio ecológico.
Por la importancia que tiene para la vida en el planeta el cuidado del medio ambiente, alrededor del mundo se desarrollan múltiples eventos que tienen como objetivo promover el diseño verde en las ciudades, uno de ellos es One Prize, un concurso internacional que anualmente convoca a los más talentosos arquitectos, arquitectos paisajistas, diseñadores urbanos, diseñadores industriales, ingenieros, científicos, artistas, estudiantes y todos aquellas personas que tengan propuestas para detener el deterioro ambiental.
En cada emisión, el comité organizador del concurso propone un tema específico que tienen que resolver los participantes. En la emisión del 2010, por ejemplo, el tema fue: “Podando y Creciendo: Reinventando el césped americano, un concurso para hacer productivos los espacios verdes de las ciudades” (Mowing to Growing: Reinventing the American Lawn, A Design Competition for Creating Productive Green Space in Cities).
En ese caso, la idea del concurso que los participantes desarrollaran estrategias técnicas, urbanísticas y arquitectónicas no sólo para la producción de alimentos necesarios para alimentar a las ciudades y suburbios, sino también, buscar nuevas posibilidades para la agricultura y la modernización de instalaciones para hacerlas funcionales aún las limitantes del clima local.
Entre las diversas propuestas hubo:
granjas verticales, granjas de barrio, terrenos de producción en jardines de casas, edificios, infraestructuras abandonadas, barcazas y remolques, azoteas verdes, entre otros.
El concurso del año 2010 atrajo 202 equipos de trabajo de más de 20 países de los cinco continentes. Para la semifinal de dicha emisión, fueron seleccionados 30 trabajos, de donde salieron los 2 proyectos ganadores:
NORC Farms, un proyecto en el que además de transformar los espacios verdes de la ciudad de
Nueva York en espacios productivos, sus creadores proponen la participación de la gente de la tercera edad; y
Super Levee Urban Farm, proyecto que propone un sistema global de diques que tienen como intención funcionar como fincas urbanas ubicadas en la periferia de la ciudad, para con ellas preservar las ecologías locales a la vez que pueden proteger las ciudades de peligros emergentes. (Para conocer más sobre estos dos proyectos accede a:
Imágenes NORC Farms:
Imágenes Super Levee Urban Farm:
El tema de la emisión del 2011 fue: El Agua como el 6° barrio de la ciudad de Nueva York, que tuvo como objetivo reinventar el espacio recreacional, el transporte público, la industria local, y el medioambiente de la ciudad. El proyecto ganador de este concurso fue:
NY Parallel Networks.
Para el diseño del proyecto NY Parallel Networks, sus creadores tomaron muy en cuenta la estrecha relación que históricamente ha habido entre el agua y el desarrollo y crecimiento de la ciudad.
El proyecto consideró que en la actualidad, la migración de las actividades industriales hacia las afueras de la ciudad, vinculadas al aumento del desarrollo en las orillas del agua y el conocimiento de las amenazas ambientales, crearon un potencial para re-imaginar una capacidad de recuperación, todavía productiva a través del agua, capaz de albergar una gran diversidad de programas urbanos.
De esta forma, el proyecto presentó lugares fructíferos para extender la huella azul de Nueva York a través de un replanteamiento del papel del agua para la salud general de la ciudad.
Debido a que la ciudad de Nueva York, igual que muchas otras ciudades, de los EUA, presenta un contexto medioambiental y social en constante flujo y crecimiento, en el que la infraestructura para el transporte puede correr el riesgo de ser insuficiente en un lapso breve de tiempo, el diseño del proyecto no sólo tomó en cuenta las necesidades actuales de transporte, sino también factores de crecimiento urbano y del medio ambiente.
El diseño formal del proyecto es modular, flexible y propone un espacio público integrado con la producción de energía, depuración de agua y creación de nuevos hábitats.
NY Parallel Networks utilizará una red adaptable de flotante vainas concebidas con diversas funciones, incluyendo la producción de energía, creación de un hábitat marino, la producción de alimentos y espacios de recreación. Los módulos multifuncionales permiten la creación de espacios recreativos seguros dentro del puerto, con oportunidades de interacción con la ley del silencio.
Es importante mencionar que los primeros módulos del proyecto serán probados en un programa piloto de pequeña escala, con el objetivo de mejorarlos en función de la demanda que tengan en los diferentes afluentes de la ciudad.
A pesar de que la tendencia del diseño verde es cada vez más común en muchos lugares del mundo, es necesario fomentar también con mayor frecuencia la participación de más personas y profesionales que puedan aportar soluciones nuevas y creativas, pues de esta forma, el diseño verde se convertirá poco a poco en un quehacer cotidiano.
En ese sentido, eventos como One Prize son un enorme acierto, sin embargo, resultaría aún más interesante que cada concurso pudiera tener un impacto nivel global, es decir, convocando a la creación de proyectos que pudieran replicarse en diferentes ciudades del mundo, para que los beneficios que pueden aportar sean accesibles a muchas más personas y diversos ecosistemas.
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