Casas para el siglo XXI: pequeñas, flexibles y mutables
En esta primera década del siglo XXI, la arquitectura ha expuesto, además de innovadoras soluciones formales, proyectos que presentan nuevos tipos de alojamiento, derivados de las exigencias de la vida contemporánea, con sus nuevos artefactos tecnológicos, medios de comunicación y transporte.
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El modelo de vivienda “tradicional” confinado entre cuatro sólidas y estáticas paredes ha sido uno de los primeros en presentar cambios sustanciales, ya que para los nuevos parámetros de vida que se experimentan en muchos lugares del planeta, ya resulta ineficaz.
Debido a ello, algunos arquitectos han comenzado a estudiar soluciones diferentes a las convencionales.
Si bien, una de las características de los nuevos modelos de alojamiento es la diversidad y la carencia de estilo, existen algunos parámetros comunes de reflexión y experimentación en la producción arquitectónica, siendo los dos más importantes la flexibilidad y la mutabilidad.
La conjugación de ambos elementos ha favorecido el desarrollo de sistemas reversibles en su construcción que, en la medida de lo posible, tienden a ser más económicos, rápidos y sencillos de construir.
Las soluciones proyectuales flexibles, son configuradas a partir de tres conceptos básicos, el espacio único (o cascarón), la adaptabilidad y la versatilidad. En este caso, tanto el mobiliario, como los elementos divisorios, juegan un papel fundamental en el desarrollo del espacio arquitectónico.
Los muebles, los muros y otros elementos arquitectónicos se conciben por lo general como piezas multifuncionales que funcionan para 2 o más actividades, a la vez que delimitan los espacios.
Por otro lado, los espacios mutables, plantean el dominio del espacio con soluciones cuyo principal objetivo es el control total de los espacios, caracterizados por su gran flexibilidad y porque regularmente permiten hábitats que se adaptan al usuario, a diferencia de otros espacios en los que el usuario suele adaptarse al espacio.
Un interesante ejemplo de solución proyectual flexible es una remodelación que realizara el arquitecto
Gary Chang para un departamento ubicado en una de las zonas más pobladas de
Hong Kong.
En este caso, Chang explotó al máximo las posibilidades espaciales de un departamento de tan sólo 32 metros cuadrados, ordenado en una planta rectangular con tan solo una ventana con vista al exterior. Para resolver el proyecto fue necesario estudiar las diferentes posibilidades de distribución en pos de optimizar al máximo los escasos 32 metros cuadrados del departamento.
El proceso de adaptación del espacio realizado por Chang, implicó un riguroso estudio de plantas, en el que probó prácticamente todas las posibilidades de distribución, escogiendo al final la más eficiente.
Aprovechando cada metro y aplicando conceptos de movilidad, el proyecto transformó el pequeñísimo espacio, en un lugar que permite acoger múltiples formas y actividades, mediante una serie de muebles y muros abatibles que actúan de forma completamente móvil y permiten 24 configuraciones diferentes.
Un proyecto similar al de Gary Chang, pero que no es una adaptación sino un diseño creado ex profeso, es el prototipo de vivienda prefabricada, diseñado por Luigi Colani para la empresa Hanse Hause, que, en tan solo 36 metros cuadrados, resuelve una
casa con habitaciones giratorias que cubre todas las funciones necesarias para vivir cómodamente.
El objetivo del diseñador fue expandir al máximo el espacio de la vivienda, reduciendo al mínimo el cascarón (solamente de 6m x 6m) y las circulaciones, e insertando un cilindro giratorio dentro de un espacio o habitación principal.
El cilindro contiene los diferentes programas de la casa. Un rotor hace girar la gran pieza cilíndrica que contiene las diferentes áreas: Recámara, baño, cocina, etc. El cilindro puede girar a la derecha o a la izquierda, dejando a la vista la parte que el usuario necesite, y que se conecta directamente con el cuarto principal, el que contiene al cilindro. Es importante mencionar, que el movimiento de la casa puede llevarse a cabo mediante el uso de un control remoto.
Todavía más pequeña, pero igual de funcional que las anteriores es la denominada Casa PACO, resuelta en tan sólo 9 metros cuadrados.
En su interior la casa, diseñada por el joven arquitecto de origen japonés Jo Nagasaka y la oficina de arquitectura Schemanta, contiene los elementos y servicios básicos para una vivienda: baño, cama, escritorio, cocina, comedor y estancia. La estructura es de madera con un acabado impermeable en todos sus frentes.
La parte superior es abatible para iluminación y ventilación.
Es importante mencionar que existen 2 versiones de la Casa PACO, la primera está acondicionada con una serie de placas solares, generador eólico, sistema de reciclado de agua y biosanitario; mientras que la segunda versión cuenta con instalaciones eléctricas e hidrosanitarias convencionales y se conecta a la infraestructura urbana.
Otro ejemplo es el proyecto denominado como
Blob VB3, una casa en forma de embrión de ave, diseñada por
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dmvA arquitectos.
La estructura tiene la forma de un huevo y ocupa una superficie de 20 metros cuadrados, está construida con madera, poliéster y poliuretano.
En el interior cuenta con todo lo necesario para satisfacer las necesidades básicas de una persona: trabajar, dormir, comer, asearse y descansar cómodamente, ya que cuenta con todos los servicios.
La idea de los creadores del proyecto, fue crear una estructura de forma orgánica que más allá de convertirse en un accesorio pudiera integrarse a un jardín. De esta forma, el diseño de la casa permite moverlo para adaptarlo ya sea como: sala de reuniones, casa de campo, oficina o, si la estructura permanece abierta, como una extensión del jardín.
Nombre Proyecto: blob VB3
Diseño: dmvA
Localización: móvil
Área: 20 m2
Año: 2009
Si bien estas propuestas son todavía prototipos experimentales, muchas de las soluciones que plantean, como en el caso de la vivienda de Gary Chang, son cada vez más frecuentes, sobre todo en las ciudades más pobladas del mundo, en donde los espacios de vivienda son cada vez más reducidos y costosos.
Los ejemplos antes mencionados son, en síntesis, líneas de investigación, que indudablemente, transformaran los modelos de alojamiento a los que estamos habituados.
Casas sin cocina y sin jerarquías espaciales
La arquitecta catalana Anna Puigjaner enumera los defectos de los hogares con cocina: los estadounidenses desperdician el 30 por ciento, unos $48 mil millones de dólares, de alimentos consumibles al año; pasamos una buena parte de nuestras vidas limpiando nuestros hogares, y las cocinas ocupan gran parte de ese tiempo.
Dice Puigjaner: “La cocina es la parte más provocativa de la casa. Se ha utilizado como una herramienta política durante mucho tiempo, hasta el punto de que hoy en día no podemos aceptar vivir sin una cocina".
Puigjaner visitó casi una docena de cocinas colectivas o compartidas en Senegal, el sudeste de Asia a China y Japón, Escandinavia y América Latina.
Arquitectónicamente estas cocinas pueden adoptar arreglos ad hoc o asumir la forma estéril y brillante de las tiendas de cocina industrial; pueden integrarse en edificios nuevos o existentes o incluso residir fuera de ellos por completo.
MAIO, el despacho de Puigjaner, completó un edificio de apartamentos de 22 unidades, diseñado para ser tanto "genérico" y "difuso".
Las habitaciones, incluida la cocina, dice Puigjaner, son más o menos intercambiables. Toda apariencia de jerarquía espacial se ha extinguido, lo que genera una ambigüedad productiva aludida en el nombre del proyecto, 110 habitaciones.
Aquí, la arquitectura pasa a un segundo plano, pero este fondo también está cuidadosamente diseñado.
“Los modelos de vivienda a menudo están cargados de varios clichés”, dice Guillermo López, colega de Puigjaner y cofundador de MAIO, refiriéndose a la distribución rígida y prescriptiva de nuestras casas y apartamentos.
Estas señales espaciales conforman la vida doméstica a las prescripciones sociales establecidas hace mucho tiempo y ahora están desactualizadas, dice López.
Subraya que con 110 habitaciones, el programa de cada sala titular "no estaba predeterminado por la arquitectura, sino por los usuarios".
La principal intervención de diseño dependía de un análisis atento de la ley de construcción española.
Como lo dice Puigjaner: el tamaño de una habitación está determinado por el ancho de una puerta, por lo que tener una puerta más ancha permite una habitación mucho más grande, que, a su vez, multiplica las actividades que podrían transcurrir dentro de ella. Al anonimizar los componentes de un plano de planta, "puede cambiar la forma en que usa el espacio con bastante facilidad", dice.
Ella admite lo difícil que es cambiar las normas culturales. Así que, en lugar de eliminar por completo las cocinas, ella sugiere un medio feliz: las cocinas compartidas pueden manejar la mayor parte de las comidas, mientras que las cocinas en apartamentos individuales.
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