China en contra de la arquitectura rara
Tras años de excesos arquitectónicos, en 2016 el gobierno chino decidió regular los diseños para evitar la occidentalización de su arquitectura. Sin embargo, el daño ya está hecho.
Un gran problema con la arquitectura rara y moderna es lo que tiene China actualmente, y es que la administración y el Comité Central del Partido Comunista de este país lanzó un comunicado donde se pretende poner freno a las obras arquitectónicas que salgan del patrón cultural propio, arquitectura sobredimensionada, excéntrica y totalmente extraña.
En conclusión, el gigante asiático se empezó a cansar de lo majestuoso y comenzará apostar por obras más sencillas y con propósito social.
En vez de seguir proyectos donde predominen los enormes y raros edificio, que salen totalmente de cualquier elemento que caracterice a la cultura asiática, el gobierno chino quiere comenzar la apuesta por las construcciones económicas, ecológicas, adecuadas, cómodas y agradables a la vista de los ciudadanos, ya que uno de los grandes problemas que deben afrontar es que la población se ha incrementado un 56% durante las últimas décadas, y lamentablemente, no se cuentan con modelos sustentables que garanticen un techo propio para cada habitante.
Es decir, que el tema central no es solo que se hayan construido demasiadas obras con alto nivel estético, si no que se tienen que buscar soluciones habitacionales para las personas.
Es por ello que en cuanto a este tema el presidente de este país desde el 2013 Xi Jinping, ya ha mostrado una postura bastante crítica sobre el tema de la arquitectura majestuosa en otras oportunidades, pues para finales del 2014 este hizo un llamado de atención para que las construcciones extrañas que se alejan de la cultura china dejaran de realizarse.
No más barrios cerrados
Además de la apuesta que se está realizando para que los proyecto arquitectónicos sean más frescos a nivel de estética, económicos, funcionales y ecológicos, el gobierno de la República Popular China también pretende ponerle fin a los barrios cerrados, una práctica que tomó auge durante los años 90 y por supuesto, Xi Jimping quiere cortar de raíz.
Los barrios cerrados o conjuntos privados se definen como zonas residenciales cuyas entradas, para personas y para vehículos, están sumamente controladas por un personal asignado. Estos sitios cuentan con grandes muros o vallas con el solo propósito de impedir el paso de personas ajena a la residencia.
Estos barrios se han construido exclusivamente para personas con una buena posición económica, pero a pesar de haber sido útiles durante un tiempo para reducir los crímenes y tener un mejor control público, este tipo de residencias privadas también han llegado a ser controversiales ya que excluye comunidades menos pudientes.
La nueva directiva del gobierno asiático ha tomado medidas sobre los barrios cerrados y no sólo dejarán de construir residencias de este tipo, sino que también comenzarán a abrir progresivamente los que ya existen y las personas podrán pasar sin ningún problema. Esto integrará a la población y también permitirá un mejor flujo vehicular en las calles de las ciudades chinas.
Algunos ejemplos de arquitectura rara en China son:
Círculo de Guangzhou El Círculo de Guangzhou, diseñado por el arquitecto italiano
Joseph di Pasquale, tiene 138 metros de alto, 33 plantas y es el edificio circular más grande del mundo.
Xi Jinping viene fuerte
Desde el 2013 Xi Jinping, el actual presidente de la República Popular China, ya se había mostrado crítico con este tipo de arquitectura.
A finales de 2014 hizo un llamamiento para que estas construcciones extrañas y alejadas de la cultura china dejaran de llevarse a cabo. Un portavoz del Partido Comunista predijo que “en el futuro es poco probable que Beijing vuelva a tener más edificios de formas extrañas como los Pantalones Grandes”, en referencia a la sede de la
Televisión Central de China.
(Televisión Central de China Sede de la Televisión Central de China, en Pekín, también conocida como Pantalones Grandes. Imagen: poeloq)
Sumado a la apuesta por edificios más agradables a nivel estético, funcionales, económicos y respetuosos con el medio ambiente, la directiva emitida por el gobierno chino pretende acabar con los barrios cerrados.
(Harbin Opera House diseñada por el estudio MAD y situada en la ciudad de Harbin, China.)
(Thames Town en Pekín)
Cuando el mercado de la propiedad privada despegó en China por primera vez durante la década de los 90 se empezaron a construir complejos de apartamentos cerrados, y Xi Jinping quiere acabar con esta práctica.
Dejarán de existir los barrios cerrados
Este tipo de barrios son como zonas residenciales cuyas entradas, tanto si son para personas como para vehículos, están estrictamente controladas.
(Interior del Mayfair Garden, un barrio cerrado situado en Guangzhou)
Por norma general también están rodeados de muros o vallas con el objetivo de impedir el acceso a los que no residan en alguno de sus edificios.
Mayfair Garden Interior del Mayfair Garden, un barrio cerrado situado en Guangzhou.
Como la mayoría de las zonas residenciales del resto del mundo, los barrios cerrados de China se han estado construyendo principalmente para los ricos.
Sin embargo también existen algunas comunidades de este tipo cuya función es ofrecer vivienda a los migrantes rurales.
Y a pesar de haber sido útiles para reducir el crimen y aumentar el orden público, también han sido objeto de controversia al segregar comunidades.
Gracias a la nueva directiva del gobierno, no sólo no se van a construir más barrios de este tipo, sino que los existentes se irán abriendo al público de forma paulatina, permitiendo asimismo que el tráfico pueda circular por ellos en un intento por descongestionar las calles de sus ciudades.
(Réplica de la torre Eiffel)
(Casa Blanca en Hangzhou)
(Arco del Triunfo en Jiangyan)
Lo que viene
Desde que el mandatario chino expuso públicamente su opinión en contra de las grandes y grotescas arquitecturas que han ido llenando el país, el cambio en la mentalidad de los habitantes no se ha hecho esperar, pues hay fuentes que aseguran que las administraciones locales han comenzado a aprobar proyectos o diseños mucho más conservadores y sustentables en el tiempo.
Claro está que todo este giro arquitectónico que se ha producido luego de que la administración nacional lanzara el comunicado antes mencionado, ha impactado directamente en la posibilidad que tiene los arquitectos e ingenieros extranjeros de trabajar en China durante mucho tiempo, pues al no tener la aprobación de proyectos futuristas y más modernos el trabajo va a mermar y por supuesto se van a reducir en gran medida las inversiones y la demanda de empleo va a bajar considerablemente. Sin duda alguna será cada vez más complicado laborar dentro del país y más si no es un local.
Hay personas que pueden asegurar que esta es una medida propuesta por los líderes chinos para que el talento local aflore y se dependa en menor medida de la mano de obra de extranjeros, pero también hay quienes coinciden en se trata de un grito de ayuda al grave problema que tiene el país en cuanto a la sobrepoblación que los afecta cada día más.
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