Puente de niebla
Es el único puente del mundo donde siempre hay una abundante niebla. ¿Cómo lo hicieron los arquitectos de Diller Scofidio + Renfro?
Su nombre es
Blur Building, una arquitectura atmosférica, una masa de niebla que resulta de fuerzas naturales y artificiales.
El agua se bombea desde el lago Neuchâtel, en Yverdon-les-Bains, Suiza, se filtra y se dispara como una niebla fina a través de 35,000 boquillas de alta presión.
Un sistema meteorológico inteligente lee las condiciones climáticas cambiantes de temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento y regula la presión del agua en una variedad de zonas.
Al entrar en la estructura principal del puente se borran las referencias visuales y acústicas.
Contrariamente a aquellos proyectos en donde se espera vivir una experiencia por medio de luces y tecnología, el Blur Building no ofrece nada. Se trata de observarlo todo mediante una visión difuminada, y de vivir sensaciones ambientales.
Incluso, gracias a la calidad del agua es posible beberla dentro de la cubierta central.
El edificio trata de cuestionar los parámetros tradicionales de la arquitectura a través de una presencia casi inmaterial, sin paredes ni techo.
Mediante una rampa de 121 metros de largo y pasarelas que atraviesan el lago se llega a la estructura donde se crea la niebla, cuya forma se basa en los trabajos de Buckminster Fuller.
La nube artificial abarca una superficie de 91 por 60 metros, y 65 de altura.
Los visitantes que llegan a la niebla reciben previamente un cuestionario para crearles un perfil y un impermeable que además de protegerlos del agua almacena datos en la red informática de la nube.
Mediante el uso de tecnologías de localización y rastreo, se puede identificar la posición de cada visitante y sus perfiles en comparación con cualquier otro visitante.
La estructura principal cuenta con 2 espacios: la caja de vidrio, donde los visitantes experimentan una sensación de suspensión física y donde la niebla, ocasionalmente, se disipa.
El segundo espacio es el Angel Bar, ubicado en la parte más alta. El ascenso final se asemeja a la sensación de vuelo cuando uno atraviesa la capa de nubes hacia el cielo abierto.
Al llegar, los visitantes se relajan, admiran la vista y eligen entre una gran selección de aguas comerciales, aguas municipales de las capitales mundiales y aguas glaciares.
Por las noches, la niebla funciona como una pantalla de video dinámica.
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