7 tips para apreciar la buena arquitectura
Estamos rodeados de edificios pero no todos son arquitectura. Descubre cómo encontrar esas construcciones que sacan buenas calificaciones.
Aprender apreciar la arquitectura es como practicar un deporte: entre más te adentras y más practicas, vas descubriendo sus secretos y te haces experto.
De entrada hay que tener gusto por la arquitectura, que dentro del catálogo cultural de un país muestra de manera fehaciente sus aspiraciones, sueños y valores.
Las grandes ciudades ofrecen ejemplos de edificios relevantes por su historia pero también por su modernidad.
(
Partenón, ¿es buena arquitectura por su historia, antiguedad o proporciones?)
Si un edificio antiguo nos permite asomarnos al pasado, uno nuevo muestra los valores que rigen esa sociedad, su economía, su calidad de vida.
Existe unanimidad respecto de las opiniones sobre los edificios antiguos, como una catedral, un palacio o un monumento, quizá porque los años los han convertido en iconos. Sería muy difícil que alguien dijera que no le gusta el Partenón (aunque sólo queden restos) el
Coliseo romano (a pesar de lo que ocurrió en su interior) o una
catedral gótica.
(Museo Guggenheim Bilbao diseñado por
Frank Gehry. Aclamado y críticado por muchos, ¿Es buena arquitectura?)
El tema se vuele más complejo con la arquitectura nueva, pues las opiniones pueden ser variadas y contrastantes. Hay quienes aman el trabajo de Frank Gehry y otros que francamente lo desprecian.
¿Cómo apreciar la arquitectura nueva? ¿Cómo juzgarla con justicia?
Aunque estas sugerencias no son únicas ni concluyentes, cada vez que visites un edificio nuevo hazlo de esta manera:
1. Apreciar la arquitectura es intuitivo. Un edificio nos hace sentir amenazados, sobrecogidos y enaltecidos. ¿No te ha pasado que llegas a un lugar y de pronto te sientes muy cómodo? Ese es un indicio de que estás en un lugar bien pensado y mejor ejecutado.
2. La arquitectura puede estar donde menos lo esperas. En toda ciudad hay edificios anónimos, sin placas ni indicaciones de quién los diseñó, pero eso no les impide ser buena arquitectura.
Si de pronto un edificio X llama tu atención, pregúntate qué elemento te atrajo, o qué hace que ese inmueble te parezca interesante.
3. Si el edificio contrasta de los demás...puede ser buena arquitectura. Un buen arquitecto se da cuenta que el entorno inmediato a su edificio es gris, por lo que buscará contrastar con esa realidad.
Llamar la atención no quiere decir pintar el edificio de colores, sino emplear formas, materiales, iluminación que se articulan para crear armonía.
4. Busca más obras del arquitecto que más te gusta. El trabajo del arquitecto evoluciona. Una manera de juzgarlo tiene que ver con apreciar que elementos comunes dan forma a sus ideas o en qué momento lleva a cabo rompimientos para seguir adelante.
Captar el estilo de un arquitecto te permitirá juzgarlo aunque sea comparativamente respecto del trabajo de otros.
5. Propósito del edificio. Esto parece muy obvio pero... ¿esa nueva biblioteca cumple al 100% su función? ¿Le falta algo? No se trata de dar espacios a libreros, sillas y mesas, sino contribuir a que los visitantes encuentren silencio y tranquilidad para concentrarse.
6. Fíjate en los detalles. El buen arquitecto articula formas para contener el espacio pero también cuida hasta los detalles más mínimos.
Los despieces del piso indican el grado de cuidado y esmero del arquitecto. Fíjate en el número de piezas completas usadas, sean cuadradas, rectangulares, o de mármol, loseta, etc.
A mayores cortes, mayor desperdicio y menor pericia de parte del arquitecto.
Los baños son buenos indicadores de buena arquitectura: buena ventilación, buena elección de baldosas no resbaladizas, colores limpios, dimensiones adecuadas y facilidades para discapacitados.
7. Si un edificio no te gusta... no digas lo contrario por quedar bien. Aunque el autor de ese edificio del que todos hablan haya ganado el Pritzker, si algo te desagrada, tienes el derecho de decirlo.
La arquitectura es como la ropa: usas la que te hace sentir bien.
Esta lista, como ya dijimos no es exhaustiva. Aprender a apreciar la arquitectura toma tiempo y requiere de paciencia, pues hay que vivirla in situ, caminarla y sentirla hasta encontrar las razones de por qué nos causa alegría.
¿Qué otra característica agregarías para aprender a apreciar la arquitectura?
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