Módulos cilíndricos para una guardería de bebés entre 0 y 3 años de edad. Picado de Blas
Este proyecto, ubicado en la ciudad de Madrid y diseñado por el despacho de arquitectura Picado de Blas, derivó de la reflexión acerca de la vida de un bebé y de las primitivas formas de habitación: cabañas, iglús o tiendas indias, que resuelven con el mínimo material posible el máximo volumen, desarrollándose habitualmente en círculos.
La forma circular tiene la capacidad de ser vigilada desde cualquier punto del perímetro. Tras concluir en que la forma primitiva circular es la adecuada para este proyecto, se pensó en cómo combinarse y relacionarse entre sí adaptándose a las distintas situaciones del programa.
Los que en los asentamientos primitivos era el espacio urbano aquí lo plantearon como el de circulaciones e interrelación. El espacio central cubierto, funciona del mismo modo, permitiendo que las distintas aperturas entre círculos iluminen el ámbito en forma secuencial. Esta espina central, sin forma definida, es la que agrupa las distintas aulas y servicios que hacen funcionar el centro, es el enlace entre piezas que además caracterizará la imagen final.
El espacio dinámico central está contrapuesto al estático de las células circulares, esta sensación la reforzamos con materiales y texturas diferentes de modo que tanto si salen al patio como si salen al paso central los niños entienden que aquello es un lugar “sin protección”.
El sentimiento de protección está íntimamente unido al miedo. La aventura de lo desconocido deben descubrirla fuera de sus “cabañas”, dentro se les enseñará a pensar, que es jugar.
La trama reguladora de las células
El programa marca el tamaño del aula tipo, de modo que su radio es de 4 metros. Esta dimensión es adecuada para el resto de servicios, con lo que todos los cilindros son del mismo tamaño, facilitando así una lógica constructiva.
Tras diversas combinaciones geométricas, se propuso un trazado reticular de círculos tangentes de modo que cada línea se contrapea con la siguiente dejando separaciones entre círculos alternos para pasos de luces. Este trazado se ACTIVA según un orden interior y conforma la célula tipo. Será doble, ya que el programa incide en que deben compartir servicios cada dos aulas de 0 a 1 años, de 1 a 2 y de 2 a 3 años. Esos “pares de círculos” se disponen en este trazado subyacente a sureste y dejando los servicios en la zona norte.
Esta trama facilita la distribución interior de las piezas y el replanteo en la construcción. En función de la orientación, se activa un determinado círculo de la trama.
Se van disponiendo más o menos cercanos al exterior, o entrelazándose entre sí para generar una intersección interior que convenga al programa.
Ir y venir
La marquesina de entrada principal se coloca en un lugar donde la luz baña parte del umbral, es acceso y espera. Se entra hacia la luz de mañana y se sale hacia la luz de tarde. Este ámbito estancial hace la transición entre la espina central y el exterior. El arce en el centro de este aro provoca sombras y colores en el acceso matizando la transición.
Los estímulos
El color y las texturas son uno de los temas más apasionantes de una guardería. La sensación de estar en un exterior al recorrer el espacio intersticial que vertebra todo, se produce al enfrentarse a la convexidad del cilindro, que se deja premeditadamente en hormigón. Nunca se pierde su condición celular, manteniendo constantemente el estado “blando” y amable del movimiento sinuoso que recorre el sereno blanco plano horizontal.
La neutralidad de este espacio central, absorbente y luminoso, se acompasa con estímulos de patios perimetrales a norte que siempre enmarcan escenarios vegetales. Los cilindros de los profesores, dirección, vestuarios y teatro se tallan interiormente con lucernarios que dilatan el espacio libremente, provocando distintas sensaciones.
Sin embargo las aulas, son cilindros de color, con luces y texturas diversas en todos sus paramentos. Habrá pequeños tragaluces, cortinas, colchonetas, espejos, vidrios de colores, lavabos de goma y demás muebles obligatorios, que se integrarán como islas. Las puertas se han pensado partidas a 1,15 para poderlas abrir por la parte superior, para la vigilancia y ventilación.
La burbuja central que comparten dos aulas, es una gran lámpara de policarbonato. Este punto es el del cambiador, biberones, aseos, etc. que intersecado por las aulas funciona como “cabina” de control.
El patio de juegos se plantea como un paisaje artificial de texturas con un vallado textil que recoge las sombras de los niños y de los árboles cercanos. Su condición intermitente, dulcifica el cierre blanco, permeable y horizontal solucionando el desnivel con un balcón al horizonte Este de Arganda. Esta piel es el recinto, frágil y seriado, posado en la trama regular, vela la presencia urbana y filtra con suficiente permeabilidad los volúmenes de esta guardería.
Arquitectos: Picado de Blas. María José de Blas y Rubén Picado
Proyecto:
Guardería Municipal "dones y ocupaciones"
Ubicación: Calle Piragua nº2, Arganda del Rey,
Madrid
Año de la Obra: 2005
Área construida: 1254 m²
Área del terreno: 2152 m²
Ubicación: Madrid,
España Fotógrafo: Picado De Blas, Hisao Susuki
Promotor: Fomento Y Desarrollo Municipal, Arganda Del Rey
Fecha Proyecto: Julio 2005.
Dirección Obra: Rubén Picado + María José De Blas
Inicio Obra: Enero 2006
Finalizacion Obra: Septiembre 2007.
Contratista: Begar.
Jefe De Obra: Diego Ibañez.
Presupuesto: 1.336.452,81 €.
Picado De Blas Arquitectos
Agregar un comentario
<< Artículo Anterior
Siguiente Artículo >>