Retiro en el desierto
Esta obra, completada en el verano de 2016, linda con el Parque Nacional Saguaro.
El sueño del propietario de esta casa, el doctor Davis Francis, era reconectar sus raíces con el impresionante desierto de Sonora, y disfrutar del amor por la música.
Tucson Mountain Retreat es una casa de tierra apisonada que se camuflajea con el paisaje crudo y vivo del desierto.
La decisión de utilizar tierra apisonada para construir el proyecto contribuye a la integración del hogar en el paisaje.
El programa para esta residencia gira alrededor del deseo de que la luz del desierto en constante cambio y el telón de fondo del paisaje desierto vivo habiten los espacios y sean parte integral de las experiencias de vida de la vivienda.
Los requisitos funcionales simples para vivir, dormir y disfrutar de música en vivo sugirieron una estrategia de diseño única, que pone énfasis en la separación clara de cada función y ofrece el aislamiento de sonido deseado.
Este retiro abarca una superficie de 334 metros cuadrados, y cuenta con 2 dormitorios y 3 y medio baños.
Para construir las paredes, los arquitectos utilizaron tierra apisonada, que es una mezcla de tierra del sitio con agua, luego se vierte en una cimbra para formar capas de 12 pulgadas.
Cuando las capas se comprimen, eliminando el agua, crean una superficie estriada a medida que se agrega cada capa adicional.
Luego se agregó un poco de arena de tonos amarillos a la mezcla de tierra apisonada para crear un color más cálido y variado.
Las paredes, con las olas de tierra apisonada y espolvoreadas con sutiles rayas y trozos de color, imitan la topografía del desierto y recogen la luz y las sombras que animan su entorno.
El diseño de la casa es igualmente sensible al entorno natural y la sostenibilidad. Los arquitectos prestaron atención a la posición del sol durante todo el año: los voladizos de la casa bloquean el alto sol de verano, pero permiten que entre el sol de invierno bajo en la casa.
Esto ayuda a calentar la losa estructural de la casa, proporcionando calefacción pasiva en los meses fríos. Durante los meses más cálidos, los vientos predominantes proporcionan un enfriamiento natural.
Al minimizar las aperturas de puertas y ventanas en las estrechas fachadas este y oeste, la ganancia de calor solar se reduce.
Los salientes profundos dirigen las brisas que cruzan la ventilación que prevalecen en los espacios, protegen de la luz solar del verano y capturan la luz de invierno para el calentamiento pasivo. La vivienda cuenta con un sistema de recolección de agua de lluvia.
Desde un estacionamiento se dirige al visitante a través de un corto paseo por un camino estrecho que va revelando las vistas oscuras de la casa.
La llegada está marcada por una secuencia de cubos de concreto fractal que ascienden hacia dos entradas; en la mitad de los escalones, una rendija estrecha marca la entrada del dormitorio, mientras que un vacío cuadrado oscuro define la entrada principal.
Las paredes de tierra apisonada se entretejen a través del plano, diseccionando en tres zonas y encerrando espacios en tres lados mientras imprimen el hogar con una textura cálida y un peso masivo que se puede sentir y escuchar.
La sala de estar, el único espacio abierto a las fachadas norte y sur, es el corazón de la casa y también actúa como una barrera para el estudio de música en el oeste desde las habitaciones al este.
Este proyecto demuestra que las técnicas ancestrales de construcción no están peleadas con la modernidad.
Arquitecto:
DUST Proyecto: Tucson Mountain Retreat
Ubicación:
Arizona,
EE.UU.
DUST
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2013-05-10