Museos de Frank Gehry, BIG, Steven Holl, MVRDV entre los mejores del mundo
Cada 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos, una oportunidad para reconocer el valor cultural, educativo y arquitectónico de estos espacios. En esta edición, destacamos ocho museos que no solo resguardan arte e historia, sino que sorprenden por su diseño innovador. Desde Gehry hasta MVRDV, estas obras maestras de la arquitectura se han convertido en íconos globales.
MVRDV, Frank Gehry, Steven Holl, Fumihiko Maki, Rudy Ricciotti, Chae Pereira Architects, COBE and Transform, Pritzker, Museo Guggenheum de Bilbao, Bio, Más...
Desde América hasta Asia, algunos museos no solo resguardan valiosas colecciones, sino que también se han convertido en referentes arquitectónicos por sus formas, materiales y ubicación. Aquí una selección de los más sobresalientes.
Biomuseo de Panamá
Diseñado por el renombrado arquitecto
Frank Gehry, el
Biomuseo abrió sus puertas en 2014 como su primer proyecto en América Latina. Ubicado estratégicamente en la entrada del Canal de Panamá, su colorida y fragmentada estructura representa la unión de los continentes americano y asiático gracias al surgimiento del istmo panameño. Con 4,000 metros cuadrados y ocho salas, combina forma y significado geológico.
Museo de Arte de Sifang, Nankín ubicado en China
Steven Holl, en colaboración con el arquitecto chino Li Hu, diseñó este museo inaugurado en 2013. Inspirado en la pintura tradicional china que evita la perspectiva única occidental, el edificio juega con volúmenes que generan una atmósfera de enigma espacial. La estructura, elevada del suelo, se apoya en una base de concreto recubierta de bambú y ofrece vistas panorámicas de Nankín.
Según el propio Holl, para diseñar el Sifang Art Museum de Nankín se inspiró en los artistas que rechazaron la perspectiva del punto de fuga único de los pintores occidentales.
Y así creó "una sensación misteriosa para con el espacio".
Museo Marítimo Nacional, Helsingor (Dinamarca)
El estudio BIG, liderado por Bjarke Ingels, sorprendió al proponer que el museo se construyera dentro de un antiguo dique seco, en lugar de sobre él, como estipulaba la convocatoria. Esta decisión evitó competir visualmente con el cercano castillo de Kronborg. El edificio fue premiado por el RIBA y destaca por su mezcla de vidrio moderno y concreto industrial, rodeado por instalaciones urbanas que comunican su identidad en código morse.
El elegante vidrio del museo contrasta con el tosco concreto del viejo muelle.
Y una serie de bolardos y bancos rodean la construcción, formando el nombre del museo en código morse, un sistema de representación de letras y números mediante señales emitidas de forma intermitente y empleado principalmente para comunicarse en el mar.
Museo Stedelijk, Schiedam (Holanda)
El estudio
MVRDV revitalizó una capilla neoclásica de 1787 al integrar una entrada contemporánea con estanterías desmontables. Esta intervención no solo respeta el patrimonio histórico, sino que también lo reinterpreta para un público actual. El resultado: un espacio cálido, funcional y con una narrativa visual poderosa. La renovación concluyó en 2014.
Al tratarse de un monumento, los arquitectos mantuvieron la estructura intacta.Pero a su vez crearon una moderna entrada, con enormes estantes de libros que se pueden eliminar en cualquier momento sin dejar rastro.Estos enmarcan ventanas, columnas, el órgano y otros elementos históricos, dando calidez a la capilla y respetando su función original.
Museo Aga Khan, Toronto (Canadá)
Diseñado por
Rudy Ricciotti, este museo dedicado al Mediterráneo abrió en 2013 como parte de la Capital Europea de la Cultura. Con una inversión de 242 millones de dólares, el MuCEM combina una estética moderna con un lenguaje tradicional: su fachada de concreto con filigranas recuerda una kasbah vertical. Una pasarela conecta el museo con el fuerte Saint Jean del siglo XVII.
Al otro lado de un amplio patio con estanque está el Centro Ismaili, obra del arquitecto indio modernista Charles Correa. Juntos forman un enigmático complejo con aspecto de observatorio cósmico y que tiene la anchura de la gran mezquita de Isfahán, en Irán.
MuCEM, Marsella (Francia)
El primer museo dedicado a las culturas del Mediterráneo abrió sus puertas en 2013, como parte de las celebraciones de las Capitales Europeas de la Cultura.
El MuCEM fue diseñado por el arquitecto francés de origen argelino Rudy Ricciotti y costó US$242 millones.
Se trata de una estructura monolítica cubierta de cemento con filigranas, por lo que el arquitecto la describe como una "kasba vertical".
El museo está unido al fuerte Saint Jean, del siglo XVII, mediante una pasarela.
"Está abierto al mar y dibuja un horizonte en el que las dos orillas del Mediterráneo se pueden unir", dice Ricciotti sobre su diseño.
Museo Marítimo de Porsgrunn (Noruega)
Este museo escandinavo, construido en 2014 por los estudios COBE y Transform, destaca por su forma en zigzag y fachada metálica. Inspirado en las casas de madera locales, el edificio se compone de 11 módulos con techos inclinados. Las superficies reflectantes replican el entorno natural del río y las montañas.
Las tejas de metal crean una superficie escamosa en la que se ve reflejado el río y las montañas de los alrededores.
Museo Chang Ucchin (Corea del Sur)
Chae Pereira Architects diseñó este museo como homenaje al pintor coreano Chang Ucchin. Situado entre dos ríos, en una colina al sur de Seúl, el edificio tiene forma de nudo y está concebido como un recorrido visual. Sus cuatro brazos enmarcan el paisaje y su interior refleja la esencia de las pinturas del artista. Según el arquitecto Laurent Pereira, se trata de "un laberinto sencillo con formas inesperadas pero planas y sin ornamentos".
El objetivo de los arquitectos era crear "un espacio que reflejara el propio carácter de la pintura".Así, la obra de Ucchin se ve reflejada incluso en la forma del edificio, que combina una estética moderna con detalles tradicionales.
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